En un giro de eventos que ha sacudido las redes sociales esta mañana, Miguel Bosé ha provocado una ola de controversia tras publicar en su cuenta de Instagram un mensaje que cuestiona directamente la relación entre la reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) y el cambio climático. El cantante, conocido por sus posturas polémicas, afirmó que tanto la percepción pública del cambio climático como la catástrofe misma son manipulaciones gubernamentales, destinadas a engañar a los ciudadanos.
«La gente tiene que despertar ya de una vez y dejar de pensar que todo esto se debe al cambio climático. No hay tal cosa», expresó Bosé, insinuando que los eventos climáticos extremos son fabricados o exagerados por los gobiernos para beneficio propio. Esta afirmación viene acompañada de una crítica hacia la Agenda 2030, implicando que existe una explotación de las circunstancias para lucrarse, similar a lo que según él sucedió con las vacunas y mascarillas durante la pandemia del COVID-19.
La publicación no solo ha encontrado apoyo en figuras como la cantante Mónica Naranjo, sino que también ha capturado la atención de programas de entretenimiento y debate, como ‘Ni que fuéramos’, donde la controversia se intensificó. Kiko Matamoros, colaborador del programa, criticó duramente a Bosé y a aquellos que aplauden su mensaje, tachándolos de irresponsables y advirtiendo sobre los riesgos reales del cambio climático, que según él ya ha cobrado vidas.
Matamoros contrapuso los argumentos de Bosé con datos sobre las muertes en España debido a olas de calor, instando al cantante a limitarse a hablar de música y temas menos delicados. Además, señaló la responsabilidad social de las figuras públicas en sus declaraciones y abogó por una línea más clara entre la libertad de expresión y el derecho a la información veraz.
El debate ha abierto un ciclo de discusión en el que se pone en cuestión la influencia de las celebridades en el discurso público sobre cuestiones científicas y ambientales. Mientras algunos apoyan a Bosé por su desafío al consenso científico y político, otros, como Matamoros, cuestionan la legitimidad y las consecuencias de tales declaraciones en el contexto de crecientes crisis climáticas globales.
Este incidente pone de manifiesto la complejidad de la comunicación en la era digital, donde las opiniones de figuras públicas pueden polarizar y confundir, abriendo el debate sobre la responsabilidad de influencers, artistas y medios de comunicación en la educación y el discurso público sobre temas de importancia crítica como el cambio climático.