‘Libros con Arte: las vanguardias artísticas en las cubiertas de libros españoles: 1910-1937’ es el título que engloba los cerca de 500 ejemplares que la bibliotecaria Alicia García Medina, responsable del departamento audiovisual de la Biblioteca Nacional, ha donado a la Junta de Castilla-La Mancha con destino a la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO).
En nota de prensa, este centro de arte ha informado que próximamente estos volúmenes serán expuestos en correlación a las obras que integran los fondos artísticos del museo.
La colección, que es en sí un corpus único y de muy alto valor, es solo comparable a las ya existentes en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en la Biblioteca Nacional. Las piezas donadas son de gran interés documental dado que rescatan del olvido la obra gráfica de las vanguardias españolas, que si bien estuvieron a la altura y crearon al compás de lo que sucedía en el resto de Europa, se vieron abruptamente truncadas y silenciadas por el estallido de la Guerra Civil y el consecuente ostracismo del régimen franquista.
«Esta extraordinaria colección viene a demostrar que la vanguardia española previa a la guerra estuvo muy conectada con las demás corrientes europeas de principios del siglo XX», ha resaltado el director artístico de CORPO, Rafael Sierra.
De igual modo, ha puntualizado lo oportuno de esta donación, que aporta a CORPO una importante muestra del arte español, complementando la obra de las vanguardias históricas europeas que constituyen el nudo gordiano de la Colección Roberto Polo, e incidiendo en uno de sus más singulares aspectos: los orígenes del diseño o del concepto de arte total que tiene lugar en Europa en la última década del siglo XIX.
La colección García Medina, que en declaraciones de su artífice «quiere además celebrar la encomiable labor de editores y artistas para el fomento de la cultura en un país que padecía un elevadísimo índice de analfabetismo», tiene su raíz en una pasión por los libros que es algo así como el ADN de su familia materna.
Todo nace de la significativa biblioteca que el abuelo de Alicia había reunido en su casa de Madrid y que, en medio del asedio bélico a la capital, él mismo trasladó a la casa familiar en Cuenca. Terminada la guerra, nunca se supo ni se preguntó cómo había desaparecido: tiempo de silencio; cualquier inquisitoria ponía en peligro no solo los lazos afectivos sino la seguridad de la familia.
Pero la biblioteca no murió en la memoria de la madre de Alicia, que inculcó a su hija el amor por los libros y le habló profusamente de aquellos ejemplares maravillosamente ilustrados en sus cubiertas con auténticas obras de arte. Despierta así en la hija un afán coleccionista por recuperar aquellos títulos, una vocación que le lleva de sus estudios en Psicología al doctorado en Historia del Arte y una oposición al Cuerpo de Bibliotecarios del Estado. La pasión de Alicia García Medina se nutrió en la trastienda oculta de librerías como Fuentetaja, y en los libreros de viejo de Madrid fundamentalmente, hasta llegar a constituir este valioso corpus que ahora dona a la Junta de Castilla-La Mancha, convencida de que es el correlato perfecto a las vanguardias que se exponen en su Centro de Arte Moderno y Contemporáneo, CORPO.
«Una documentación muy valiosa que será un pilar fundamental para el fondo documental y de investigación de CORPO», ha destacado también la
la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, que ha agradecido esta «generosa» donación que incrementa el patrimonio artístico de la región.