La relación entre el consumo moderado de alcohol y el cáncer es discutida en el Congreso ‘Lifestyle, Diet, Wine and Health’.

Ponentes del 'Lifestyle, Diet, Wine and Health' niegan que el vino sea cancerígeno y apelan a combinarlo con buena dieta

La sesión vespertina del Congreso ‘Lifestyle, Diet, Wine and Health’ ha reunido a varios expertos para discutir las implicaciones para la salud de las opciones de estilo de vida. Uno de los temas principales abordados fue la relación entre el consumo de alcohol, especialmente el vino, y el cáncer.

El oncólogo Justus Apffelstaedt fue el primero en abordar este tema. Según él, de los 10 millones de muertes por cáncer en 2019, solo 740,000 estuvieron relacionadas con el consumo de alcohol, la mayoría de ellas debido a un consumo excesivo. Apffelstaedt enfatizó que el consumo excesivo de alcohol, a partir de aproximadamente 50 gramos por día (equivalente a una botella de vino), fue el factor determinante en la mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer. Explicó que el alcohol afecta la capacidad del organismo para reparar el ADN, lo que puede contribuir al desarrollo de cáncer.

Sin embargo, también se destacó que la incidencia del alcohol en los cánceres diagnosticados en todo el mundo es baja, lo que hace cuestionable su consideración como objetivo de los esfuerzos de control del cáncer.

Por otro lado, el presidente del congreso, Ramón Estruch, presentó evidencia de que el vino no está relacionado con el desarrollo del cáncer. Según él, estudios han demostrado que el consumo moderado de alcohol, y específicamente el vino tinto en el contexto de una dieta mediterránea, puede reducir hasta un 40% el riesgo de desarrollar cáncer. Estruch señaló que la clave está en consumir el vino como parte de una dieta equilibrada y saludable.

Además del cáncer, se discutieron otros temas relacionados con el estilo de vida y la salud. Emilio Ros mencionó que la abstinencia de alcohol está relacionada con un aumento en el riesgo de demencia, y subrayó que la dieta mediterránea es una herramienta efectiva para prevenir el deterioro cognitivo. Por su parte, Alejandro de Lucía destacó la importancia del ejercicio físico para mantener un estilo de vida saludable, y David Thivel enfatizó la importancia de mantenerse en movimiento para mejorar la salud en general.

En conclusión, el congreso destacó la importancia de adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo el consumo moderado de alcohol como parte de una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y evitar el sedentarismo. Aunque se reconoce que el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de cáncer y otras enfermedades, la evidencia indica que un consumo moderado, especialmente en forma de vino tinto, puede no ser perjudicial e incluso ofrecer ciertos beneficios para la salud.

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