Ciudad Real, 17 de agosto de 2017.- Desarrollar competencias emocionales mejora el estado antes, durante y después de una emergencia, y además permite al profesional ayudar al paciente a gestionar el suyo propio. Bajo estas premisas nace el Grupo de gestión emocional para profesionales de Urgencias, uno de los once equipos de trabajo integrados en la Red de Expertos de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha.
Se trata de un grupo asesor de expertos en gestión emocional que presta apoyo al resto de profesionales y les forma en técnicas que les permitan resolver situaciones estresantes de forma inmediata, evitando casos de estrés postraumático, somatización de emociones o depresión, entre otras patologías.
Así lo explica la doctora Irene Moreno, coordinadora del servicio de Urgencias del Hospital de Tomelloso, que lidera el grupo de interés de la Red de Expertos. “Es la primera vez que trasladamos el trabajo de la gestión emocional de los profesionales sanitarios a la atención en Urgencias” y añade, que “únicamente existía esta experiencia en España a través de sociedades privadas de profesionales, como es el caso de Andalucía donde se responde a este tipo de cuestiones a través de la Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES)”.
El grupo de Gestión Emocional está compuesto por once profesionales de distintos niveles asistenciales, Atención Primaria, Gerencia de Urgencias y Emergencias, y urgencias hospitalarias, así como una colaboradora externa que desarrolla su trabajo en la ciudad autónoma de Melilla.
Desde su creación, se han mantenido varias reuniones y se ha establecido una red interactiva para que el contacto sea continuo. “Trabajamos en red y prestamos apoyo conjunto de manera permanente, además de organizar cursos de formación”, ha explicado la coordinadora.
Según Moreno, la clave es que los profesionales aprendan a ser conscientes de lo que están sintiendo en momentos que son críticos como la pérdida de un paciente, la información a familiares de malas noticias o la toma de decisiones difíciles, para gestionar sus propias emociones y redirigirlas. Para ello existen técnicas. La finalidad es formar a este grupo de profesionales que integran el grupo de trabajo, para que después sean ellos quienes transmitan estos conocimientos o presten apoyo en sus ámbitos de trabajo cuando surja una situación frustrante o traumática para el profesional.
Las claves para poner en práctica estas actividades es trabajar emociones como la empatía o la asertividad, explica Moreno. Pero también hay que saber establecer un perímetro de “protección para que el profesional” ha informado.
Para ello, se trabaja en dos líneas, una de ellas la de gestionar las emociones para mejorar el trato al paciente, y la segunda, tomar conciencia de los estados emocionales del profesional para redirigir las emociones diferenciando lo propio de lo ajeno.
“El día que no sientas pena, dejarás de ser un buen médico, pero no puedes dejar que esta situación afecte a tus emociones y dejes de seguir ayudando a otras personas que necesitan de tu trabajo al día siguiente”, subraya la coordinadora del equipo de gestión emocional.
La intensidad de las emociones en un servicio de Urgencias
El ámbito de trabajo de los profesionales de Emergencias y Urgencias es un entorno de emociones muy intensas, con momentos en los que prima la supervivencia. El ritmo de trabajo, la velocidad de respuesta y el estrés ante la posibilidad de que una persona fallezca, es muy elevado, ha explicado la doctora Moreno. “Un auténtico caldo de cultivo de nervios y contagio emocional entre pacientes, familiares y profesionales que hay que saber gestionar”, añade.
Las habilidades clínicas y los conocimientos médicos son vitales para prestar una buena asistencia al paciente. Sin embargo, sólo quienes trabajan en un servicio de Urgencias conocen la importancia de gestionar el estrés y el shock emocional que provoca cada situación vivida.
“Trabajamos con ese torrente emocional manejándolo lo mejor que sabemos”, ha añadido Moreno. La creación del grupo de trabajo en el marco de la Red de Expertos en Urgencias avanza en el “aprendizaje de técnicas que mejoren nuestra salud emocional y nos ayuden como profesionales a mejorar nuestra manera de responder ante una situación traumática, sin que nos genere una limitación posterior”.
Más de 300 profesionales en once grupos de trabajo
Según el coordinador de la Red de Expertos en Urgencias, Santiago Cortés, se han constituido once de grupos de interés liderados por uno o dos especialistas en los que trabajan cerca de 300 profesionales de los más de quinientos que integran la Red de Expertos en Urgencias de Castilla-La Mancha.
“Pensamos desarrollar alguno más que responda a las necesidades de los profesionales, así como a los procesos más comunes que se tratan en un servicio de Urgencias”, ha comentado Cortés.
Hasta el momento entre los grupos de trabajo están los de Síndrome Coronario Agudo, coordinado por el doctor Andrés Pacheco; el de Código Ictus, Neurociencias y Urgencias, al frente del cual está del doctor Félix González; el de Infecciones en Urgencias y Código Sepsis, coordinado por el doctor Agustín Julián Jiménez; el de Alertas Epidemiológicas y Planes de Contingencia, por la doctora Elena Carrasco del Hospital de Manzanares; y la Atención integral y coordinada del traumatismo grave, coordinado por el doctor Joaquín Payá.
También se han constituido los grupos de Indicadores en Urgencias y la Gestión de la información médico-económica, coordinado por Francisco Javier Lucas; el de Formación en Urgencias y Emergencias, por el doctor Juan José Lara; el de Triaje en Urgencia y Actividades e Intervenciones de Enfermería, coordinado por el enfermero Raúl Sánchez; y, por último, Coordinación, Transporte y Centro Útil, al frente del cual está José Juan Bertos.