La ciudad de Toledo se prepara para la recuperación del antiguo campo de fútbol Carlos III, ubicado en el barrio de Santa Teresa, junto a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Este ambicioso proyecto, que cuenta con un presupuesto total de 1.300.000 euros, tiene como objetivo modernizar y ampliar las instalaciones, y se espera que esté finalizado en diciembre del año 2025.
En una rueda de prensa celebrada el martes, el rector de la UCLM, Julián Garde, el consejero de Educación, Amador Pastor, y el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, dieron a conocer los detalles de este protocolo de colaboración que permitirá la creación de un nuevo campo de césped artificial que cumpla con altos estándares de rendimiento técnico y sostenibilidad. El proyecto está respaldado por el programa LIFE, financiado por la Comisión Europea.
El consejero Pastor enfatizó la importancia de la colaboración institucional entre diferentes administraciones para generar «sinergias» que beneficien a la ciudadanía. En este sentido, mencionó que el convenio busca unir esfuerzos para promover proyectos conjuntos que contribuyan al desarrollo regional, particularmente en el ámbito deportivo.
Pastor también destacó el respaldo del Gobierno regional a la UCLM a través de un contrato-programa que facilita la implantación de nuevos estudios y el incremento de la financiación, lo que ha llevado a la universidad a alcanzar cifras récord de alumnado.
Por su parte, el alcalde Velázquez expresó su «franca emoción» ante la firma del protocolo y subrayó que este acuerdo representa «un paso más» hacia la integración del Campus de la Fábrica de Armas en Toledo. Además, destacó la intención de convertir el barrio de Santa Teresa en un «barrio universitario» y transformar la Vega Baja en una oportunidad, a través de un campo de fútbol de nueva generación que coloque a Toledo en el centro de la innovación deportiva.
El proyecto contempla la creación de una gran parcela que integre espacios cedidos por la Junta, el Ayuntamiento y terrenos privados que se adquirirán para un uso compartido entre la universidad y la ciudad, a través del Patronato Deportivo Municipal. Esta iniciativa responde a la necesidad de instalaciones deportivas en Toledo, un aspecto que el equipo de Gobierno ha subrayado en sus esfuerzos para presentar la candidatura de la ciudad como Ciudad Europea del Deporte en 2025.
El alcalde también rememoró el valor simbólico de recuperar el campo Carlos III, cuyas primeras piedras fueron puestas por los trabajadores de la Fábrica de Armas en los años 50 y que ha sido escenario deportivo para miles de toledanos, incluyendo la visita de equipos como el Real Madrid y el Atlético de Madrid.
Para respaldar este proyecto, el Ayuntamiento ya ha reservado 300.000 euros para el año 2024 para la adecuación del terreno, que se completará con un millón de euros provenientes del proyecto europeo que coordina la vicerrectora Leonor Gallardo, destinado a la instalación de césped homologado por la FIFA en un espacio que abarcará aproximadamente una hectárea.
En su intervención, el rector Garde destacó que esta colaboración entre instituciones busca mejorar la calidad de vida y que el nuevo campo de fútbol será «totalmente innovador», aprovechando nuevos materiales que estarán alineados con las regulaciones que prohíben el césped artificial convencional a partir de 2030. El financiamiento de hasta un millón de euros permitirá que esta instalación esté a disposición de la FIFA para ensayar nuevos tipos de material.
Además, Garde resaltó que el campo de fútbol no solo beneficiará a la comunidad, sino que también se convertirá en una herramienta docente y de investigación para la Facultad de Ciencias del Departamento de Educación Científica de la UCLM.