El Ayuntamiento de Cuenca ha decidido retrasar la recepción de la obra del nuevo paso peatonal del Puente de la Trinidad, a raíz de las demandas de los vecinos de la zona, quienes han expresado su preocupación por problemas de recogida de aguas y las inundaciones que afectan a los garajes de sus viviendas durante las lluvias. Este retraso ha llevado a la posposición de la inauguración del túnel que conectará los paseos fluviales del Huécar y el Júcar, prevista para este jueves, donde los residentes protestaron con pancartas.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, subrayó que la decisión de no recepcionar la obra fue tomada en respuesta a las inquietudes de los vecinos, aunque defendió la calidad de la ejecución del proyecto, valorado en 887.000 euros. Según Dolz, la obra se ha realizado de acuerdo con las especificaciones del proyecto y se han implementado mejoras en la pendiente y la hidráulica de la zona. No obstante, reconoció que una granizada el 2 de mayo, que dejó 18 litros de agua por metro cuadrado en un corto periodo, provocó inundaciones debido a la obstrucción de cañerías por granizo, lo que resultó en desbordamientos de las alcantarillas en varias áreas, incluido el Parque del Huécar.
El alcalde explicó que el problema hidráulico que afecta la plaza se debe a que recibe agua de diversas localizaciones cercanas y que, en situaciones extraordinarias, como la mencionada tormenta, la red de colectores se ve desbordada. A pesar de que los bomberos lograron evacuar el agua rápidamente, Dolz ha decidido solicitar más informes sobre la obra y la red de colectores para abordar la problemática.
Los vecinos, que viven en la zona desde principios de la década de 1980 y han experimentado inundaciones previas a las obras del Puente de la Trinidad, han criticado que el proyecto no contemplara las condiciones del entorno. Pedro Pérez Martínez, portavoz de los residentes del Paseo del Huécar, expresó su frustración, señalando que las advertencias y consideraciones realizadas por los vecinos antes del inicio de las obras fueron ignoradas, lo que ha llevado a que las inundaciones continúen afectando a la comunidad.
A pesar de que el nuevo proyecto ha sumado tres sumideros a la infraestructura, los residentes argumentan que no se han abordado otras causas que contribuyen a las inundaciones, como la acumulación de agua que sigue fluyendo hacia el área a pie del Puente de la Trinidad y la capacidad reducida del colector, lo que provoca la llegada de aguas residuales. La indignación de Pérez radica en que el proyecto representaba una ocasión propicia para resolver un problema que han enfrentado históricamente los vecinos de la zona. El alcalde ha indicado que se programará una reunión con los residentes para discutir soluciones hidráulicas y buscar alternativas que mitiguen el impacto de las lluvias en el futuro.