El jefe del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, fue el encargado de presidir de forma virtual la versión más reciente de la sesión de la International Bureau de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV), el ente de dirección de esta organización que se reúne entre asambleas.
Durante la reunión, se discutió la importancia de la defensa de la cultura europea del vino y se hizo hincapié en mantener un etiquetado adecuado de este producto en todos los países miembros de la Unión Europea (UE), en especial en Irlanda, donde se pretende imponer una etiqueta que no respeta su condición como alimento, incluido en la Dieta Mediterránea y en el Anexo 1 del Tratado de Funcionamiento de la UE.
Se acordó también aprobar la incorporación de Occitania (Francia) como nueva región miembro, cuya capital, Toulouse, será el punto de encuentro de la próxima Asamblea Plenaria de la AREV en octubre.
Otro tema en discusión fue la actuación de la AREV frente a la propuesta de la Comisión Europea sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios, en la cual se planteó aplicar el reglamento de manera gradual para facilitar la adaptación de los viticultores. De esta manera, se busca preservar y fomentar la biodiversidad, un aspecto muy importante para las regiones miembro de la AREV.
La reunión contó con la participación de regiones representantes de Francia, Alemania, Chequia, Austria, Luxemburgo y España, destacando la presencia de Castilla-La Mancha, que se ha posicionado como la principal región productora y comercializadora de vino del mundo.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez, y la directora general de Asuntos Europeos, Virginia Marco, acompañaron a García-Page durante la junta. Se aprobó también el acta de la última Sesión Plenaria, celebrada en junio, y se analizó la situación de la Asociación desde la última reunión de la Bureau, prestando especial atención a las zonas con cultivos menos rentables.
