La Plaza de Santiago se llena para la bendición de mascotas por San Antón

El amor por los animales se hace protagonista una vez más en Ciudad Real

Cada 17 de enero, Ciudad Real se viste de fiesta para celebrar uno de los eventos más entrañables del calendario local: la bendición de mascotas en honor a San Antonio Abad. Este año no ha sido la excepción, y la plaza de Santiago se ha llenado de alegría y devoción, albergando una diversidad de animales traídos por sus orgullosos propietarios, quienes buscan la protección y bendición para sus queridos compañeros.

Organizado por la Hermandad de San Antonio Abad, el evento ha contado con la participación masiva de los ciudadrealeños, quienes, principalmente acompañados de perros, también han llevado consigo gatos, peces, una variedad de aves e incluso algunos roedores. Esta marea de animales y el entusiasmo de sus dueños se han convertido en una postal recurrente de la ciudad cada año, reafirmando el compromiso y la conexión de la comunidad con sus mascotas.

La celebración ha contado, asimismo, con la presencia de destacadas autoridades municipales. El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, junto con el primer teniente de alcalde, Ricardo Chamorro, y otros miembros del consistorio, han hecho acto de presencia, demostrando el respaldo del Ayuntamiento a las tradiciones que enriquecen la vida cultural y social del municipio.

Uno de los momentos más esperados ha sido la entrega del premio al animal más llamativo, otorgado por la Hermandad de San Antonio Abad. En esta ocasión, el galardón ha recaído sobre «Toulouse», un impresionante gato bengalí que ha conquistado a todos con su exótica belleza. El concejal de Servicios a la Ciudad tuvo el honor de entregar a la dueña de «Toulouse» una estatuilla de San Antón, símbolo distintivo de este reconocimiento.

La jornada festiva culminó con una función religiosa dedicada a honrar la memoria de los difuntos de la Hermandad, cerrando así una celebración que, año tras año, refuerza el lazo entre las personas y sus animales. En este marco, la tradición encuentra su eco en el presente, asegurando que la devoción y el amor por los seres que nos acompañan permanezcan intactos y vibrantes en el corazón de Ciudad Real.

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