El pasado lunes se llevó a cabo una manifestación en Toledo convocada por la Plataforma 8M en contra de la violencia de género. Sin embargo, durante el evento se produjo un incidente entre la concejala ‘popular’, Soledad Illescas, encargada de la igualdad, y los miembros de la plataforma.
La Plataforma 8M ha acusado a la concejala de falta de respeto y de querer acaparar el protagonismo que debe ser de las mujeres. Según su comunicado de prensa, el objetivo de la concentración era visibilizar el aumento de agresiones sexuales y los 26 asesinatos por violencia de género que han ocurrido en estos últimos meses.
Afirman que “en esta ocasión fue la concejala de Familia del Ayuntamiento de Toledo la que impidió que el protagonismo fuera de las mujeres que ya no tendrán voz. En primer lugar se acercó a la concentración con la única intención de provocar pidiendo permiso para asistir, cosa que nosotras en ningún caso la negamos. Lo único que la pedimos con educación y respeto es que no se colocase en la pancarta, petición a la que hizo caso omiso”.
Además, continúan explicando que se pueden observar en las fotos cómo empujó y dio codazos a una compañera que se encontraba a su lado. A pesar de esto, decidieron no hacer hincapié en la situación, aunque estaban visiblemente molestas.
En el comunicado, también recuerdan que se hicieron alusiones a las políticas de la concejala y a su pacto con Vox, y le entregaron un listado con los datos de las 26 mujeres asesinadas.
Finalmente, la Plataforma 8M enfatiza cómo la actitud de la edil evidenció una falta de respeto en un acto donde lo importante son las víctimas y su visibilización.
Este incidente pone de manifiesto una vez más la importancia de mantener un clima de respeto y cooperación en eventos de protesta o manifestaciones. Es fundamental que las autoridades y figuras políticas se sumen a la causa y apoyen a las víctimas sin utilizar estas situaciones para sus propios fines o protagonismo. La lucha contra la violencia de género es un tema delicado que debe ser abordado con sensibilidad y dedicación, considerando siempre a las víctimas como la prioridad absoluta.