Cuatro jornadas de paros de duración creciente en los próximos días, afrontan los trabajadores de la fábrica toledana internacional Composites SA. Esta medida la han tomado para exigir a la empresa, el grupo Aernnova, que aporte carga de trabajo y garantice el empleo en la factoría. En lo que va del año, como han informado, la planta ha perdido al 10% de su planilla, y el conflicto dura ya un mes con concentraciones diarias en las pausas del bocadillo y con un calendario de paros que iba a comenzar ayer martes.
La primera jornada de paros provocó que la dirección de ICSA trasladará el lunes una oferta al comité de empresa, que durante el martes se sometió a la consideración de la plantilla. Las asambleas de trabajadores rechazaron con abrumadora mayoría del 85% la ‘oferta’ de Aernnova, que se limitaba a garantizar nuevas cargas de trabajo sólo hasta diciembre; y el comité de empresa ratificó la convocatoria de paros de dos horas por turno este viernes; de cuatro horas el martes 21 y de jornada completa los días 24 y 30.
A principios del pasado mes, el comité (CCOO, USO y UGT) acordó por unanimidad elaborar un calendario de movilizaciones crecientes, tras comprobar cómo se desmantelaba la sección dedicada a montar el borde de ataque del Airbus 380; y cómo se avecina el fin de la actividad -y el consiguiente desmantelamiento- de la sección encargada de montar los timones del A-320; sin que entren a cambio nuevas cargas de trabajo.
“Que iba a llegar la pérdida de estos dos contratos era de sobra sabido por el grupo Aernnova porque así se lo anunció Airbus hace ya tres años, cuando la multinacional europea de la aeronáutica decidió internalizar parte del trabajo que tenía subcontratado a ICSA y trasladarlo a su propia factoría de Cádiz”, explican desde el comité de empresa.
“Sin embargo, Aernnova no ha adoptado ninguna medida para contrarrestar, o para paliar al menos, los efectos de la pérdida de estas cargas de trabajo, anunciadas con antelación más que suficiente por parte de Airbus.” Así, en lo que va de año, ICSA ha prescindido de una treintena de trabajadores con contratos temporales, si bien muchos de ellos acumulaban varios años de antigüedad en la empresa. Estas 30 personas suponen un 10% de la plantilla.
El goteo de despidos y la constatación de que Aernnova no parece tener intención de proveer de nuevas cargas de trabajo a la planta de ICSA -para, por ejemplo, garantizar la ocupación de las cerca de 40 personas que en estos momentos están terminando de montar el último de los timones del A-320 que saldrá de la factoría de ICSA-, ha llenado de preocupación e indignación a la plantilla y a sus representantes sindicales.
“Aernnova tiene contratos suficientes, tanto con Airbus como con otros grupos aeronáuticos y con el propio ministerio de Defensa, para garantizar carga de trabajo a la planta de ICSA, que cuenta con medios tecnológicos punteros y con una plantilla experimentada muy altamente cualificada”
El comité de empresa subraya que Aernnova “también ha podido y puede internalizar trabajos encargados a ICSA y que, sin embargo, en vez de hacerlos aquí, tiene subcontratados con otras empresas, que ni garantizan la misma calidad de la producción ni mucho menos las condiciones laborales.” El comité propuso a la dirección de Aernnova recuperar para ICSA al menos el 10% de esas cargas de trabajo, pero Aernnova se niega.
“Incompresiblemente, Aernnova también se niega a estabilizar y rejuvenecer plantilla acogiéndose a la nueva modalidad de jubilación parcial y el contrato de relevo en la industria manufacturera introducida por el Real Decreto Ley 20/2018, de 7 de diciembre del año pasado.” “Exigimos a Aernnova que reconsidere el trato que está dando a la factoría y a la plantilla de ICSA. Ni garantiza carga de trabajo, ni garantiza empleo, ni garantiza tampoco empleo estable. Esto tiene que cambiar”