Las 19 trabajadoras de la fábrica de Pastelkey en Lominchar han decidido intensificar la huelga parcial indefinida que comenzaron el pasado lunes. Desde entonces, han llevado a cabo paros diarios de una hora, pero esta semana se han unido de forma unánime en esta movilización para exigir la regularización de sus salarios, que han sufrido constantes y prolongados retrasos.
El sindicato CCOO Industria de Toledo, respaldando a toda la plantilla, ha presentado un nuevo conflicto colectivo y ha solicitado mediación previa a la convocatoria de un nuevo ciclo de paros. Si no se llega a un acuerdo ante el jurado arbitral, los paros se incrementarán a tres horas los lunes, miércoles y viernes.
Los paros de una hora ya establecidos han sido programados por el comité de huelga para coincidir con el momento de entrada de las masas en el horno, lo que ha interrumpido el proceso de fabricación. Según informa CCOO, el lunes pasado parte de la producción se dañó por estos paros, pero los propietarios de Pastelkey han adaptado el proceso productivo para mitigar los efectos de la huelga.
La delegada sindical de la plantilla, Alexandra Iordanescu, ha denunciado la falta de pago de salarios y los acumulados atrasos: «Lo que no han hecho, ni parece que tengan voluntad de hacer, es pagarnos las nóminas que nos deben. Su única intención es seguir produciendo para evitar que los clientes busquen otros proveedores».
Raquel García, secretaria de Negociación Colectiva de CCOO-Industria Toledo, ha añadido que la situación de los trabajadores es desesperante, ya que en los últimos meses hasta cinco personas han abandonado la empresa por la falta de ingresos, renunciando a la liquidación que se les debía.
La plantilla de Distribuciones Esteso, responsable de captar clientes y servir los productos de Pastelkey, está viviendo una situación similar. Sus empleados llevan dos meses sin cobrar y han solicitado a CCOO que convoque una huelga en su empresa, ya que temen no recibir su salario correspondiente a octubre.
Los empresarios de Pastelkey justifican sus incumplimientos salariales por las dificultades que enfrentan para cobrar los seguros tras el incendio que afectó sus instalaciones en enero de 2023. Aunque alegan que necesitan cobrar 700.000 euros para saldar deudas y normalizar la situación, los trabajadores han cuestionado la veracidad de sus afirmaciones, ya que no les han mostrado evidencia del dinero por cobrar ni han facilitado las cuentas de la empresa.
Iordanescu ha indicado que los proveedores también son conscientes de la situación y que muchos ya no están dispuestos a suministrar productos sin recibir pagos. «Nosotras tenemos que seguir trabajando aunque no nos paguen. No podemos ni queremos seguir así», ha concluido la delegada sindical.