En una poderosa manifestación de arte y conciencia social, Netflix lanza «Ni una más», una serie española que ha capturado inmediatamente la atención no solo de los adolescentes sino también de una audiencia más amplia, abriendo debate sobre temas de vital importancia como son los abusos, la violencia machista, y los trastornos de salud mental. La producción, que cuenta con Nicole Wallace y Clara Galle en papeles protagonistas, se adentra en las vivencias de la generación Z con una crudeza y empatía que la han catapultado al pódium de la plataforma de streaming, incluso por encima de gigantes como «Los Bridgerton» y «El caso Asunta».
La serie, basada en una novela de Miguel Sáez Carral, comienza con una secuencia impactante en la que Alma, una joven de 17 años, confronta a sus compañeros y a la sociedad con una denuncia grave y simbólica frente a su instituto. La trama nos lleva entonces en un viaje a cinco meses atrás, explorando no solo la veracidad de la acusación sino también tejiendo un rico tapiz de relaciones interpersonales, conflictos y el peso de los secretos.
La relevancia de «Ni una más» no recae solo en su capacidad de entretener sino en cómo aborda temas complejos y a menudo tabú, como la violencia dentro de las relaciones amorosas, el acoso y la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo. Esta serie se convierte así en un reflejo de las inquietudes sociales actuales, utilizando el formato serial para profundizar en las capas de personajes bien construidos y multifacéticos, interpretados por un elenco compuesto por Aïcha Villaverde, Teresa de Mera, Gabriel Guevara, con la participación de actores secundarios tan talentosos como Eloy Azorín y Sara Rivero.
Además de su impacto en la pantalla, «Ni una más» da pie a una necesaria reflexión social, invitando al público a cuestionar y confrontar las realidades de violencia machista y abuso. Su llegada a Netflix y el fervor que ha despertado no solo corroboran el clamor por historias que hablen sin tapujos de estas realidades sino también el apetito por producciones que muestren la complejidad de las experiencias adolescentes y su entorno social.
En definitiva, «Ni una más» no es solo una serie; es un espejo de una sociedad que necesita escuchar y ser escuchada, un grito de batalla contra la indiferencia y un rayo de esperanza para quienes buscan ver sus luchas representadas en la pantalla. Con su combinación de narrativa intensa, actuaciones poderosas y la directa confrontación de temas difíciles, esta serie marca un antes y un después en la forma en que el entretenimiento puede contribuir al cambio social.