El presidente de la Federación de Transporte de Castilla-La Mancha, Carlos Marín, ha expresado su firme desaprobación hacia el Gobierno español ante lo que considera «ataques injustos» que los transportistas españoles están enfrentando en la frontera con Francia, a raíz de las acciones de agricultores franceses. Marín hizo estas declaraciones ayer, tras el incidente en el que varios agricultores franceses derramaron el vino de dos camiones cisterna pertenecientes a una empresa de transportes con sede en Campo de Criptana, Ciudad Real.
Marín enfatizó la necesidad de que el Gobierno español adopte una postura más enérgica frente a estas acciones, señalando que «echa de menos la contundencia» que debería mostrar el Ejecutivo en este tipo de situaciones. «Consideramos que este tipo de acciones no pueden volver a quedar impunes», declaró, mostrando su indignación por lo ocurrido. Hizo un llamado a las autoridades para que «den un puñetazo en la mesa» y declaren un «basta ya» ante este tipo de comportamientos.
El presidente de la federación también aprovechó la ocasión para criticar la actitud de los agricultores franceses, quienes, según su opinión, «siempre van en contra de nuestros productos y lo pagan con los transportistas». Asimismo, indicó que numerosos camiones de empresas de Castilla-La Mancha han resultado afectados por las protestas que están teniendo lugar en Francia, lo que agrava aún más la situación de los transportistas españoles en la región.