A primera hora de la tarde del domingo, un grupo significativo de venezolanos dio la bienvenida entre banderas y celebraciones a Edmundo González Urrutia, líder de la oposición, a su arribo a la base aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid. González Urrutia fue recibido por las Fuerzas Aéreas españolas, que facilitaron su salida de Venezuela hacia el exilio español. Este acontecimiento se da tras un mes de protestas, miles de detenciones, acoso y presión por parte del gobierno de Nicolás Maduro, culminando con una orden de arresto contra González Urrutia, quien según la oposición, ganó las elecciones recientes, apoyado por actas y estudios independientes.
La salida de González Urrutia del país se considera un duro revés para la estrategia de la oposición venezolana y reduce sus opciones de presión contra el régimen actual. Sin embargo, esta situación podría aumentar la presión internacional contra el gobierno de Maduro. Ahora, todos se preguntan qué rol jugará Maria Corina Machado, otra destacada figura de la oposición que continúa en Venezuela.
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, se burló públicamente de la salida de González Urrutia, refiriéndose a él y a Maria Corina Machado en términos despectivos. Sin embargo, Machado permanece activa desde la clandestinidad, defendiendo la lucha opositora y denunciando el «terrorismo de estado» que forzó la salida de González Urrutia.
A pesar de las circunstancias, González Urrutia, de 75 años, solicitó protección en la embajada de Países Bajos en Venezuela justo después de las elecciones, donde permaneció hasta tomar la decisión de continuar su lucha desde España. Esta decisión, aunque no deseada, se veía como necesaria dado el peligro que corría su integridad física.
La Plataforma Unitaria, la principal coalición opositora de Venezuela, emitió un comunicado instando a los venezolanos a mantenerse unidos y esperanzados ante la campaña de desinformación y desesperanza desplegada por el régimen. La orden de arresto contra González Urrutia y la posible persecución contra Maria Corina Machado y su círculo cercano representan una estrategia del gobierno para debilitar a la oposición.
La comunidad internacional, con países como Estados Unidos, México, Brasil y Colombia, busca mediar entre el gobierno y la oposición para una posible transición pacífica o una repetición electoral acordada. Mientras tanto, la situación en Venezuela se mantiene tensa, con el futuro político del país aún incierto.