La página critica al PP y les hace pagar por su «campaña basura»: «Mi oferta de apoyo tiene condiciones»

Page eleva tono contra PP y pasa factura por su "campaña basura": "Mi mano tendida es con guante de cetrería"

El presidente electo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha adoptado una postura más firme contra el Partido Popular de la región y su líder, Paco Núñez. García-Page le ha echado en cara lo que considera una «campaña basura» llevada a cabo por los ‘populares’ durante las elecciones.

Durante la réplica a los grupos parlamentarios en el segundo día del debate de investidura, García-Page se dirigió directamente a Paco Núñez para recordarle la campaña que protagonizó el Partido Popular antes de las elecciones del 28 de mayo.

«Para algunos, he sido visto como un amigo cercano de Otegi, un cómplice de violadores, una persona corrupta, un maltratador. Entiendo que es difícil apoyar a un candidato al que se ha retratado como usted lo ha hecho en la campaña. Mi gesto de conciliación está teñido de confrontación, debido a su política basura hacia mí y mi familia», le reprochó García-Page.

No obstante, asegura que sube a la tribuna de oradores «contento y aliviado». «Ustedes pueden defender las ideas que quieran, no soy yo quien se los impide, pero no pueden caer tan bajo», dijo. Además, añadió: «Durante la campaña electoral reflexioné sobre lo que podría ocurrirle a esta región. No sé si la campaña fue dirigida por Nacho Villa, o alguien contratado en las Cortes de otra época», en referencia a un antiguo portavoz del Gobierno de María Dolores de Cospedal, asesor del partido en el Parlamento.

«A partir del 23 de julio, manejaré mi propio futuro», le dijo García-Page a Núñez, destacando que el líder del PP no puede afirmar lo mismo. Añadió que como presidente autonómico, jamás pedirá permiso para hablar con los alcaldes ‘populares’ en la región, como el de Guadalajara, Toledo o Ciudad Real.

García-Page comenzó su intervención agradeciendo a los tres portavoces parlamentarios que hablaron antes que él. Aunque reconoció que los discursos de investidura a veces son como los deseos de Navidad, donde todos prometen dejar de fumar o empezar una dieta, les recordó a la oposición que en una sesión como esta «no se trata de hablar de todo».

En cualquier caso, defendió su programa electoral como una estrategia «muy ambiciosa» a pesar de llevar ya 8 años en el gobierno, lo que podría causar cierto cansancio. Sin embargo, agradeció el apoyo del pleno de la Cámara en un contexto de mayoría absoluta, lo cual es «una gran excepción». Aunque se pueda disimular el resultado electoral, «la realidad es que el Gobierno ha visto ratificada y avalada su gestión en los últimos cuatro años, al igual que en los primeros cuatro».

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