La historiadora Fermina Cañaveras, nacida en Ciudad Real en 1977, ha presentado su libro ‘El barracón de las mujeres’ (Espasa), una obra de ficción histórica que da voz al sufrimiento de las prisioneras que fueron forzadas a ser esclavas sexuales en los campos de concentración nazis. La obra, que se adentra profundamente en el horror vivido en Ravensbrück, también arroja luz sobre la historia de varias supervivientes españolas, destacando a dos de origen vasco cuyos pasos ha podido rastrear la autora.
En la narración de Cañaveras, el campo de Ravensbrück toma un protagonismo sombrío, lugar por el cual pasaron aproximadamente 130.000 prisioneras y en el que se estima murieron unas 50.000. De las 15.000 mujeres que lograron sobrevivir hasta la liberación del campo, se cuentan cerca de 200 de nacionalidad española.
El relato desentraña la cruda realidad de estas reclusas, cuya llegada al campo se sellaba con un tatuaje que las marcaba como ‘Feld-Hure’ (putas del campo), junto a un número y el triángulo invertido negro que identificaba a lesbianas y prostitutas deportadas. El personaje central es Isadora Ramírez, un personaje real que pasó por el calvario de Ravensbrück y nos dejó en 2008. Originalmente apresada tras el exilio en Francia postguerra civil española, Ramírez fue forzada a trabajar en el burdel del campo.
La autora, en su conversación con Europa Press, ha compartido que para contar esta historia tuvo que recurrir a la ficción histórica debido a la pérdida de documentos fundamentales al final de la guerra. Este recurso narrativo le permitió «llenar los huecos» de este episodio nefasto y a menudo olvidado. Mediante este enfoque, la novela abraza «retales de muchas mujeres» cuyas experiencias habían quedado olvidadas, y busca rendir homenaje a todas aquellas que «permanecieron en la sombra».
Cañaveras no solo se enfoca en el abuso sexual sistematizado, sino también en otras atrocidades específicas de género ocurridas en el campo, como los abortos forzosos, la esterilización y la explotación sexual. La obra asevera la función de Ravensbrück como el campo prácticamente exclusivo para prisioneras femeninas durante el régimen del Tercer Reich.
El libro nace de una casualidad, durante la investigación para su trabajo de fin de carrera. Fue en una entrevista con una antigua militante del Partido Comunista en Madrid que Cañaveras descubrió la existencia de Ravensbrück. La investigación de la autora la condujo a identificar a dos prisioneras vascas: Nicolasa García Chicharro y María Dolores García Echevarrieta, quienes habían sido registradas con nombres falsos.
La obra tiene una estructura dividida en dos relatos en primera persona, unidos por el personaje de Isadora. Un hilo sigue a una periodista en Madrid en 2008, y el otro narra las experiencias de Isadora desde la Guerra Civil hasta la caída del nazismo. El trabajo de documentación se refleja en el libro al utilizar la investigación de dos historiadoras ficticias, recreando los procesos seguimientos por Cañaveras y haciendo uso de diversas fuentes y entrevistas con supervivientes.
A pesar de las intensas y duras escenas retratadas en la novela, la autora acentúa que su narración se aleja del morbo y busca más bien un tributo justo a las víctimas. Además de las españolas, Cañaveras rescata la memoria de Catherine Dior, hermana del famoso modisto Christian Dior, quien también sufrió en Ravensbrück.
Fermina Cañaveras, formada en Relaciones Laborales y Geografía e Historia, centra sus investigaciones alrededor de la represión femenina en conflictos del siglo XX. Colabora con diversas asociaciones y entidades enfocadas en memoria histórica y derechos humanos. La publicación de ‘El barracón de las mujeres’ marca su debut literario, pero su compromiso con la recuperación de la memoria histórica es un trayecto largo y significativo, que incluye desde la apertura de fosas comunes hasta la reconstrucción narrativa de las historias que merecen ser contadas.
