La falta de transparencia e integridad en el manejo de los resultados electorales en Venezuela ha levantado críticas de un panel de expertos de las Naciones Unidas, quienes concluyeron que el proceso electoral que aseguró la reelección del presidente Nicolás Maduro para un tercer mandato consecutivo no cumple con los estándares internacionales para ser considerado como creíble. Según el informe interno difundido por este grupo de cuatro especialistas, los anuncios realizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela el 29 de julio y el 2 de agosto acerca de los resultados no solo carecen de precedentes en la práctica democrática contemporánea, sino que también se hicieron sin la publicación de detalles ni la entrega de resultados tabulados a los candidatos.
Estas revelaciones escalan la tensión en un país ya profundamente dividido y lanzan serias dudas sobre la autenticidad de los resultados proclamados por las autoridades electorales venezolanas. El hecho de que el CNE no haya publicado ningún resultado desglosado por mesa electoral para respaldar sus anuncios orales, tal y como lo exige el marco legal venezolano, es un punto crítico señalado por los expertos.
En respuesta a estas acusaciones, el Gobierno venezolano ha contraatacado alegando que el panel de la ONU “difunde una serie de mentiras” y ha criticado la publicación de este informe preliminar, argumentando que viola los términos de referencia acordados con el Poder Electoral. Mientras tanto, el panel prepara una versión final del informe que será entregada al secretario general de la ONU, António Guterres, aunque no se hará pública.
La situación de post-electoral también ha generado movimientos importantes dentro de la oposición venezolana, que ha publicado en internet más del 80% de las actas electorales, las cuales, según argumentan, confirman la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, por un amplio margen. Esta acción ha llevado a la Fiscalía venezolana a abrir investigaciones sobre la legalidad de dicha publicación.
Además, la denuncia por parte de Maduro solicitando una revisión de los resultados ante la Cámara Electoral de la Corte Suprema de Justicia, y el anuncio de esta entidad de proceder a un proceso de verificación para verificar la documentación presentada por el CNE, añaden otra capa de complejidad a un escenario ya de por sí cargado de desconfianzas y tensiones.
Este llamado a la falta de transparencia e integridad en el proceso electoral no solo ha tenido un impacto negativo en la confianza de los electores venezolanos, sino que también realza las preocupaciones de la comunidad internacional respecto a la democracia y la gobernabilidad en Venezuela. La gestión de este proceso electoral y las reacciones a las acusaciones del panel de expertos de la ONU serán claves en la determinación del futuro político del país.