Dani Olmo llegó a Barcelona tras una profunda batalla de Laporta para ficharlo e inscribirlo. Ahora, con poco lugar entre los once y el caso sin resolverse, podría ofrecer una salida para el azulgrana.
El salto de la Bundesliga al Barcelona suponía un cambio significativo en la carrera de Dani Olmo, pero no todo ha sido fácil para el talento español. Su llegada estuvo marcada por la dificultad del Fair Play financiero, un obstáculo que el presidente Joan Laporta logró sortear mediante diversas maniobras. Sin embargo, Dani juega actualmente gracias a una cautelar que podría ser retirada en cualquier momento, lo que añade tensión a su situación. Además, no parece estar entre las prioridades del entrenador Hansi Flick, lo que podría abrir la puerta a un potencial traspaso en el próximo receso invernal.
Viendo el panorama, el Newcastle ha mostrado interés en el jugador y podría presentar una oferta de 80 millones de euros. Esto no solo representaría una solución para el jugador, que podría quedar sin ficha, sino también un buen negocio para Laporta, quien adquirió a Olmo por 55 millones desde el Leipzig. Por el momento, Dani se centra en ganar la confianza de su técnico, sabiendo que deberá destacar en cada oportunidad que tenga dentro de un equipo repleto de estrellas en ataque.
La hora roja para Dani
A pesar de su indiscutible calidad, las lesiones han limitado el rendimiento de Dani Olmo desde su llegada al Barcelona. Su primera temporada se ha visto marcada por altibajos que han dificultado su asentamiento en el equipo. Ahora, con Hansi Flick al mando, el mediapunta aspira a ser un jugador clave en el esquema blaugrana, dejando atrás las dudas generadas por sus problemas físicos. Sin embargo, la competencia es feroz con jugadores como Fermín López, Gavi, Raphinha, Ferran Torres y el recién llegado Rashford, además del talento inagotable de Lamine Yamal y el olfato goleador de Lewandowski.
La plantilla del Barcelona está saturada de opciones en el centro del campo con figuras como Casadó, Pedri y De Jong, lo que convierte en un desafío la misión de Dani de reivindicarse como pilar en el equipo, y también en la selección española de cara al Mundial 2026. Con esta presión sobre sus hombros, Olmo deberá mostrar su mejor versión para garantizar su futuro, tanto a nivel club como internacional.
