La cancelación de la obra teatral de Lydia Cacho en Toledo ha generado controversia y ha afectado a la concentración mensual contra la violencia machista convocada por el Consejo Local de la Mujer de la ciudad. Durante el evento, los representantes del PSOE se separaron de los representantes del PP como gesto de rechazo hacia aquellos que eliminaron la Concejalía de Igualdad y niegan la violencia machista junto al partido de ultraderecha que forma parte del Gobierno.
La exedil de Igualdad, Ana Belén Abellán, afirmó que no pueden seguir apoyando a un Gobierno que niega la igualdad entre hombres y mujeres y que siempre estarán del lado de las víctimas de la violencia machista. También señaló que la cancelación de la obra de teatro fue una censura ideológica, ya que sí había fondos asignados para esa representación.
Abellán pidió al Gobierno local que deje de mentir y recordó que el PP y Vox están poniendo en riesgo los avances realizados en la anterior legislatura en materia de igualdad. La concejal del PP, Marisol Illescas, lamentó la actitud del PSOE, argumentando que la concentración no es un lugar para hacer política, sino para unirse en el dolor por las víctimas de la violencia de género.
En cuanto a la obra de Lydia Cacho, Illescas desmintió las acusaciones de censura, afirmando que no se puede cancelar algo que no está contratado y que solo existían correos electrónicos de contacto para desarrollar el programa de actividades de la Concejalía.
Durante la lectura del manifiesto, la concejala del PSOE destacó la importancia de expresar un absoluto rechazo a la violencia machista y la necesidad de lograr una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida. También se hizo hincapié en las cifras de víctimas de violencia de género y huérfanos, y se condenó cualquier forma de violencia contra las mujeres.
Se reclamó políticas reales, efectivas y con presupuesto para combatir la violencia machista, así como una implicación de la sociedad en la lucha contra este problema. También se resaltó la importancia de la educación en igualdad y la prevención como herramientas clave para erradicar la violencia machista.
El manifiesto hizo un llamado a superar las barreras ideológicas y afrontar conjuntamente todas las formas de violencia contra las mujeres, instando a las administraciones y a la sociedad civil a tomar acciones transformadoras.
Finalmente, se afirmó que no se permitirá la traición por parte de aquellos que no están del lado del movimiento feminista y las víctimas de violencia de género, y se condenó el machismo y la invisibilización de las políticas de igualdad.