Antonio Yáñez, el presidente del organismo Confederación Hidrográfica del Tajo, ha afirmado que las normas que regulan el trasvase Tajo-Segura tendrán que ser actualizadas para adaptarse a las nuevas premisas contempladas en el nuevo Plan Hidrológico del Tajo antes de que transcurran 12 meses tras su aprobación. El nuevo Plan Hidrológico del Tajo se espera que sea aprobado en febrero de 2024. El presidente ha destacado que las normas actuales están en conflicto con el nuevo Real Decreto, lo que significa que hay que modificarlas y se otorgan «doce meses para solucionarlo».
Además, ha subrayado que los caudales mínimos que deben cumplirse según el nuevo plan son «mínimos, no medios», y espera que aumenten aún más.
Según Antonio Yáñez, el 80% de las masas de agua del río Tajo no presentan un buen estado. Acabar con este problema es uno de los objetivos fundamentales de la nueva planificación hidrológica para lograr un curso del río «eficiente y racional lo máximo posible». Para abordar esta cuestión, se plantearon más de 600 actuaciones con una inversión de 3.700 millones de euros en el nuevo Plan del Tajo, 100 de los cuales se reparten en 40 actuaciones para revertir el estado hidromorfológico. Además, una parte importante de estas actuaciones se centra en el eje del Tajo, que afecta a Toledo y Talavera de la Reina.
El presidente también ha abordado la aparición de espumas en el río Tajo, que puede deberse a contaminación puntual o cambios drásticos de temperatura. Según él, se destinará el 55% del presupuesto a depuración de aguas. También ha mencionado que una solución importante se centrará en tres depuradoras en el sur de Madrid que serán instaladas con una inversión de más de mil millones de euros. Se espera que esta medida pueda reducir la aparición de espumas una vez que estén en funcionamiento.