A la espera de la confirmación oficial sobre la identidad del cadáver hallado en una cueva de Ruguilla, en Cifuentes (Guadalajara), se investiga la desaparición de Ramy Virginia Taccarelli, cuyo caso ha cobrado relevancia debido a las circunstancias que lo rodean. La familia de Taccarelli había denunciado su desaparición hace una semana, y se sospecha que su muerte podría estar relacionada con un presunto caso de violencia de género.
Según fuentes de la Consejería de Igualdad, en los días previos a su desaparición, Taccarelli había estado recibiendo atención en el Centro de la Mujer de Guadalajara debido a problemas en su relación de pareja. Aunque se desconocen los detalles de su situación, se sabe que durante varios meses había estado buscando ayuda tanto jurídica como psicológica, ya que manifestaba su deseo de abandonar la relación con su pareja, con quien residía en Iriépal, un anexo de Guadalajara.
Las atenciones recibidas en el Centro de la Mujer se registraron inicialmente en marzo y se reiteraron hasta junio. Sin embargo, las mismas fuentes no han podido confirmar si, en las últimas horas, la víctima presentó una denuncia formal por violencia de género. Se la había animado a hacerlo, aunque no hay constancia de que finalmente hubiera tomado ese paso antes de su desaparición.
Debido a la falta de una denuncia formal, Taccarelli no se encontraba dentro del sistema vioGén, que proporciona protección policial a las víctimas de violencia de género. A pesar de esto, se asegura que la mujer recibió atención constante de los recursos disponibles, aunque mostró reticencia a denunciar.
En caso de que se confirme la relación del hallazgo con un caso de violencia machista, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha manifestado su disposición para ofrecer apoyo psicológico a los familiares de Taccarelli, incluyendo a su hija menor, así como a su hijo mayor de una relación anterior.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha comenzado a clasificar el suceso como un posible caso de violencia machista, y se ha informado de la detención de la pareja de la víctima. Desde la Consejería de Igualdad se subraya la importancia de que las víctimas se atrevan a denunciar para activar las medidas de protección necesarias.
Si se ratifica como un caso de violencia machista, este sería el primer caso registrado en Castilla-La Mancha en lo que va de año, resaltando la urgencia y la gravedad de la situación en torno a la violencia de género en la región.