En el corazón verde de España, la región de Asturias guarda entre sus montañas y su litoral una riqueza cultural y festiva que atrae a visitantes de todas partes año tras año. Más allá de sus emblemáticos paisajes y su gastronomía de fama mundial, Asturias se revela como un territorio donde la alegría y el disfrute comunitario son piedras angulares de su identidad.
Durante la temporada estival, quienes pisan Asturias se ven envueltos en una atmósfera vibrante, donde la palabra «folixa» adquiere un significado especial. Este término asturiano, que hace alusión al acto de disfrutar intensamente de reuniones festivas con música, baile y excelente compañía, es la clave para entender cómo los asturianos viven sus veranos. La expresión «de folixa en folixa» describe esa forma única de concatenar celebraciones, evidenciando una cultura festiva arraigada y el deseo de aprovechar al máximo cada momento de camaradería y diversión.
Las «fiestas de prao», junto con los festivales de música, las verbenas populares y las «espichas» con sidra, conforman la extensa agenda de actividades que definen el verano en Asturias. Estos eventos, que tienen lugar desde las grandes ciudades hasta los rincones más recónditos del Principado, reflejan un espíritu de celebración incesante. Así, Asturias se convierte en un epicentro de la festividad, donde residentes y visitantes por igual se sumergen en una continua corriente de alegría y tradición.
Aparte de su agenda festiva, Asturias sorprende por sus expresiones lingüísticas propias que estrechan aún más el vínculo con su cultura. Términos como «prestar» (gustar) o «chigre» (bar de sidra) son ejemplos de cómo el asturiano y sus modismos enriquecen la experiencia de quienes buscan comprender la idiosincrasia local. En este sentido, familiarizarse con «de folixa en folixa» es un pase de acceso para entender la hospitalidad y el carácter jovial de los asturianos, quienes invitan a vivir el verano como una constante celebración.
No solo las festividades y el lenguaje capturan la esencia de Asturias, sino también su patrimonio material. Un caso peculiar lo representa un pequeño pueblo asturiano, destacado por National Geographic por albergar «la mayor concentración de palacios indianos en España». Este dato curioso señala la riqueza histórica y arquitectónica que, en conjunto con su vida social y tradiciones, hacen de Asturias un destino incomparable.
Aquellos que este año consideren a Asturias como destino no solo deberán prepararse para deleitarse con su culinaria y paisajes, sino también para sumergirse de lleno en sus tradiciones. La invitación está abierta para vivir un verano al estilo asturiano: de folixa en folixa, en un ciclo festivo que parece no tener fin, y en el cual la sidra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, juega un papel protagónico. Asturias espera con los brazos abiertos a todos aquellos listos para disfrutar de su infinita capacidad de celebración.