En la sesión plenaria de este martes en las Cortes de Castilla-La Mancha, se debatió una Proposición no de Ley sobre el efecto de la inflación que comenzó a percibirse en el año 2021. La principal medida propuesta, que finalmente fue desestimada, era la deflactación del IRPF.
Santiago Serrano, diputado en defensa de la propuesta, expresó su confianza en que la mayoría socialista respaldaría una rebaja de impuestos “que pide a gritos de todas las familias como las empresas.” Serrano argumentó que Castilla-La Mancha sufre de una alta presión fiscal, no encabeza la inversión ni la generación de empleo, y que junto con Asturias y Cataluña, lidera el conjunto de regiones con la mayor presión impositiva para el contribuyente medio.
El diputado también señaló la situación financiera preocupante de muchas familias, cuyo empobrecimiento alcanza un 69% por debajo de la media de la Unión Europea, lo que indica una falta de convergencia de 31 puntos y sugiere que las políticas del Partido Socialista son ineficaces frente a un problema económico estructural que afecta a Castilla-La Mancha.
La proposición no aprobada habría significado una reducción de impuestos través de ajustar el IRPF, descrita no como un mero capricho sino como una necesidad impostergable.
Por su parte, Luis Blázquez de Vox, ha criticado la pesada carga burocrática de la región, argumentando que ésta estrangula a las pequeñas y medianas empresas impidiendo su avance y prosperidad económica. Blázquez lamentó que tanto el Partido Socialista como el Partido Popular en sus respectivos gobiernos no hayan tomado acciones contundentes para luchar contra la inflación que perjudica tanto a las familias.
En contraposición, el socialista Fernando Mora ha reprochado la actitud del PP en el debate, acusándolos de representar la región como un lugar apenas habitable e ignorar la verdadera situación económica y social. Mora ha apuntado que existen países europeos con una mayor carga impositiva que España y ha calificado el debate como «absurdo y cansino», criticando a los populares por su falta de credibilidad y coherencia, y advirtiendo que el modelo de «liberalismo puro y duro» propuesto por el PP, a pesar de contemplar bajadas de impuestos, tendría como consecuencia la ruptura de la cohesión social.
