El Gobierno de Castilla-La Mancha ha tomado la decisión de ejercer la acción popular en la causa relacionada con el presunto crimen por violencia de género ocurrido el pasado 29 de junio de 2024 en Las Pedroñeras, Cuenca. La consejera Portavoz, Esther Padilla, ha lamentado la muerte de Amal, quien se convierte en la segunda víctima mortal de violencia de género en la comunidad autónoma en lo que va del año.
Según la información proporcionada por la Junta, Amal fue asesinada presuntamente por su marido, un acto violento que también cobró la vida de su hijo de ocho años y de su hija de tres. Padilla ha subrayado que la violencia contra las mujeres se manifiesta de distintas maneras, haciendo hincapié en uno de los tipos más crueles, la violencia vicaria. Este tipo de violencia se caracteriza por el uso de los hijos e hijas como herramientas del agresor para infligir un mayor daño a la madre, a menudo llegando incluso a asesinarlos. «El agresor se asegura de que las mujeres no puedan recuperarse nunca en los casos en los que continúen vivas», ha afirmado la portavoz regional.
Esther Padilla ha destacado la importancia de la implicación del Ejecutivo regional en la lucha contra la violencia de género, señalando que se personará en todos los asesinatos machistas que se registran en la comunidad y en los casos de agresiones que dejen secuelas graves en las víctimas. «Así nos aseguramos de que recaiga todo el peso de la ley sobre el maltratador y nos aseguramos de que ninguna violencia quede impune, más aún en casos como el de Amal, que ya no puede defenderse», ha enfatizado Padilla.
Desde que se iniciaron los registros en 2003, la violencia machista ha dejado en Castilla-La Mancha un trágico balance de 59 mujeres asesinadas, así como cinco hijos e hijas, y ha generado un total de 32 menores huérfanos, según los datos que ha compartido la consejera. Estas cifras reflejan la gravedad del problema y la necesidad de continuar luchando contra la violencia de género y sus consecuencias devastadoras en la sociedad.
