La IGC critica la falta de equipamiento adecuado para Guardias Civiles en climas fríos

La organización Independientes de la Guardia Civil (IGC) ha emitido una denuncia pública sobre la situación de los guardias civiles que se ven obligados a enfrentar las inclemencias del frío sin el equipo adecuado para climatologías adversas.

Pese a las repetidas solicitudes a la Dirección General de la Guardia Civil (DGGC), realizadas a través de los canales reglamentarios, la dotación de vestimenta especializada para unidades situadas en zonas que superan los 1.000 metros de altitud o que experimentan temperaturas extremadamente frías durante el invierno aún no ha sido considerada de manera generalizada. Las reivindicaciones de la IGC no han encontrado eco en las decisiones de la DGGC.

Según la IGC, la DGGC ha provisto de indumentaria específica únicamente a ciertas unidades de montaña, ignorando los continuos llamados de atención sobre las necesidades de los guardias destinados a la seguridad ciudadana en localidades de clima gélido. Los agentes en dichos municipios afrontan su deber cotidiano al aire libre con el mismo uniforme que se entrega a los guardias en zonas con climas más benignos, como Canarias o Andalucía.

La uniformidad estándar para todo el país no toma en cuenta las variaciones térmicas entre las distintas regiones de España, lo que lleva a situaciones en las que los agentes deben improvisar, superponiendo capas de ropa en un intento de protegerse del frío, aunque estas no siempre sean compatibles o eficaces contra la lluvia o la nieve. Esto último se convierte en un problema añadido, pues la acumulación de capas junto con el equipo operativo habitual limita su movilidad y dificulta la realización de tareas esenciales.

La IGC también señala que la ropa de abrigo y los guantes de forro polar proporcionados se empapan rápidamente y son insuficientes para el servicio continuado al exterior. Además, la gorra con visera suministrada no protege de las bajas temperaturas, exponiendo partes sensibles del cuerpo al frío extremo.

Esta situación no solo implica un desafío para la realización eficaz de las labores de los guardias civiles, sino que también podría estar en contravención de las normativas de prevención de riesgos laborales estipuladas por el Real Decreto 179/2005.

La Junta Nacional de la IGC reitera su compromiso con la seguridad y bienestar de los guardias civiles, enfatizando la urgencia de su petición para una adecuada dotación que permita a los agentes realizar sus funciones con seguridad y ofrecer el servicio de calidad que la ciudadanía merece, especialmente en condiciones climáticas extremas.

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