«Ya viene». Se escucha entre susurros por parte de varios miembros de Vente Venezuela y Voluntad Popular este sábado en la Puerta del Sol. A continuación, un despliegue de agentes de seguridad con sus chalecos fluorescentes se alinean en un lateral de la plataforma. Y por fin, aparece Edmundo González sonriendo a su entrada y saludando a los miembros de los partidos políticos, mientras se dirige directo al escenario situado en el centro de la plaza.
«Es la primera vez que el presidente electo de Venezuela está entre la multitud», presenta la periodista venezolana Goya Díaz a su llegada. Cientos de venezolanos corean al ritmo de «Edmundo, Edmundo». Edmundo desaparece del foco. Minutos después, el líder opositor se sube a la plataforma saludando a la población y ondeando la bandera venezolana, pero sin emitir ni una palabra. Su cameo fue breve porque no duró más de apenas un minuto pero se llevó la ovación del público igualmente.
El líder opositor no acudió solo. Tras su aparición, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, también acudieron a la cita en la Puerta del Sol. «Si todas las democracias caemos en una dictadura y miramos para otro lado, está esto perdido», dijo la presidenta en declaraciones a los medios de comunicación, asegurando que el Gobierno de España debería declarar «el fin de la tiranía» y de la «dictadura» de Nicolás Maduro en Venezuela.
En esta ocasión, Ayuso no se ha subido al escenario y ha decidido quedarse por debajo de la tarima, a diferencia de la anterior convocatoria cuando en su discurso criticó la actuación del actual Ejecutivo. «España tiene que estar a la cabeza, tenemos un deber histórico, político y moral con nuestra nación hermana», declaraba en su discurso en agosto.
Aunque Edmundo decidió mantenerse en silencio en su primera aparición pública —debido a su petición de asilo en España—, el líder opositor quiso mandar un mensaje a todos los venezolanos. Y lo hizo en boca del ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. «Queridos compatriotas», comienza la carta. «El pasado 28 de julio el pueblo emitió un mandato soberano, claro e inapelable, a favor del cambio, la paz, la libertad y la democracia», continúa.
La misiva animaba a los venezolanos a continuar con la protesta para rechazar los resultados electorales que había proclamado el Consejo Nacional Electoral (CNE) a favor del régimen de Maduro. «Contamos ya con un mandato popular, inequívoco y soberano a favor del cambio, y estamos muy cerca de concretarlo. El mundo entero está con nosotros», finaliza la carta de Edmundo, que fue repartida a varios de los manifestantes.
El ex alcalde venezolano también habló con Diario de Actualidad antes de salir al escenario y dejó claro que las preguntas no deben encaminarse a los pasos que dará Edmundo González ni la líder opositora María Corina Machado, sino cuáles serán los siguientes movimientos por parte de la comunidad venezolana para reclamar la legitimidad de los resultados electorales. «¿Qué vamos a hacer nosotros para que Edmundo González pueda juramentar como presidente de todos los venezolanos?», explica. Ledezma defiende que la clave está en el apoyo de los Estados democráticos y en continuar con la presión internacional para que Maduro «reconozca su derrota y facilite una transición pacífica en Venezuela».
La visita del líder opositor este sábado fue bien recibida por la comunidad, a pesar de su corta aparición. «El hecho de verlo significa que hay movimiento», dice un venezolano. «No todo se dice con palabras, no se necesitó esa visión. No estamos hablando de un mesías», continúa. El joven que llevaba una gorra y estaba arropado con una bandera de Venezuela dijo a este periódico que lo importante es continuar con la lucha y volver a salir a las calles «las veces que hagan falta» para regresar a sus hogares en el país latinoamericano.
Es la misma demanda que hace otra venezolana, que no ha querido decir su nombre. «Estamos aquí para reivindicar que nos hemos pronunciado una vez más al fraude», explica. Esta madre que lleva 20 años residiendo en España describe con desilusión la situación que se mantiene en su país tras más de dos décadas en la que se ha instalado el gobierno chavista, pero su esperanza por un posible cambio es más fuerte. «Los venezolanos somos muy fuertes en el momento que tuvimos que dejar nuestra tierra, pero el amor y el anhelo de volver a vivir en libertad es mucho mayor y pasan los años, pero seguimos luchando y seguimos intentándolo y esta vez va a ser la verdad», dice decididamente. Su único deseo es regresar a su tierra natal con sus hijos que no conocieron sus raíces. «Mis hijos nacieron aquí y hoy están aquí conmigo y no conocieron mi país», reconoce.
Neli Castro, una venezolana de 81 años, también denuncia la situación de su país. La mujer reivindica las dificultades en materia de sanidad, una razón por la que tuvo que abandonar su vida y coger un avión a España. «Más que todo por mi bienestar, por mi salud, porque allá no vamos al médico y no tenemos medicamento, nada, nada», lamenta. Por este motivo, reivindica un cambio que tiene el nombre de Edmundo González. «Estamos aquí para reconocer el reconocimiento de Edmundo González. Estamos aquí para apoyar a nuestro presidente y a María Corina, para seguir adelante, que para atrás no. Para agarrar impulso», asegura.
Edmundo González había abandonado Venezuela a principios de septiembre para pedir asilo en España. La polémica salida del líder opositor fue marcada por un episodio en la residencia del embajador español en Caracas, Ramón Santos, cuando se difundieron varias imágenes de González firmando una carta en la que el venezolano reconocía y acataba la decisión del Tribunal Supremo sobre los resultados electorales que proclamaban la victoria a Nicolás Maduro.
La escena había provocado una gran controversia sobre si Edmundo fue o no fue coaccionado por el embajador español, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y su hermano, el presidente de la Asamblea venezolana, Jorge Rodríguez. Pero el líder opositor negó cualquier evidencia de intimidación para firmar ese documento. «No he sido coaccionado ni por el Gobierno de España ni por el embajador español en Venezuela», explicó en un comunicado.
González dio más detalles de su traslado a España subrayando que fue supervisado y facilitado directamente por el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares. «Las gestiones diplomáticas realizadas tuvieron como único propósito facilitar mi salida del país, sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí», aseguraba el candidato presidencial venezolano.
Esa misma semana, el principal candidato presidencial fue investido por el Parlamento Europeo como presidente legítimo elegido por Venezuela, pero bajo un texto no vinculante que salió adelante con los síes del Partido Popular Europeo (PPE), los ultraconservadores y la extrema derecha. La resolución fue aprobada con 309 votos a favor y 201 en contra.
Gracias a una enmienda liderada por los socialdemócratas, liberales y verdes, el documento no llega a reclamar a la Unión Europea y a sus Estados miembros que son los que tienen la competencia en política exterior para unirse al reconocimiento de Edmundo González. La resolución de la Eurocámara sólo implican un claro peso político y simbólico. Desde finales de agosto, los ministros de Exteriores de la Unión Europea decidieron no reconocer a Maduro como presidente, pero tampoco lo hicieron con el opositor venezolano.