La guerra de precios en la industria de semiconductores: China fuerza una bajada global que pone en jaque a TSMC y otros gigantes

La industria global de semiconductores, ya conocida por su alta competitividad, está siendo sacudida por una nueva estrategia de China: precios drásticamente reducidos en chips y obleas para nodos maduros. Este movimiento, encabezado por SMIC y otras fundiciones chinas, está obligando a gigantes como TSMC a reconsiderar sus precios para procesos por encima de los 7 nm, en un intento por mantenerse competitivos frente al poder de fuego económico de las empresas respaldadas por el gobierno chino.


China lidera la bajada de precios de los semiconductores

Según un informe de Hana Securities, SMIC redujo en diciembre los precios de las obleas de 28 nm en un 40 %, pasando de 2.500 dólares a aproximadamente 1.500 dólares por unidad. Este agresivo ajuste no solo afecta a las obleas de 8 pulgadas, sino también a las de 12 pulgadas, las más utilizadas en el sector.

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Con esta estrategia, las fundiciones chinas buscan aumentar su cuota de mercado en los nodos maduros, segmentos donde la demanda sigue siendo estable, pero donde los márgenes de beneficio ya eran más bajos incluso antes de esta guerra de precios. Estas medidas están impactando a toda la industria y podrían marcar un antes y un después en la dinámica competitiva global.


TSMC y el resto del mundo, en alerta

El informe señala que TSMC, líder mundial en la industria de semiconductores, podría tener que bajar precios en nodos maduros como los superiores a 7 nm para no perder terreno frente a las fundiciones chinas. Aunque TSMC ha mantenido históricamente márgenes de rentabilidad superiores al 55 %, esta situación amenaza con reducir su margen y con ello su capacidad de reinversión en tecnologías más avanzadas.

La reducción de precios también afecta a otros gigantes como Intel y Samsung, quienes deberán decidir si entran en esta guerra de precios o buscan alternativas que limiten el impacto.


Dumping económico: la estrategia china

La estrategia china no es una novedad, pero en este caso la rapidez y la escala han tomado a la industria por sorpresa. Las empresas chinas, respaldadas por miles de millones de dólares en subsidios gubernamentales, están utilizando el dumping económico para ganar terreno en el mercado global. Esto implica vender productos por debajo de su coste real de producción, algo que es sostenible para estas empresas gracias al respaldo financiero del gobierno, pero que crea una competencia desleal con empresas que operan en mercados más regulados.

Mientras que en países como Estados Unidos o la Unión Europea la financiación pública para las empresas del sector se enfrenta a procesos burocráticos más lentos, el gobierno chino puede inyectar recursos de manera ágil y sin obstáculos. Esta diferencia de enfoque está creando un campo de juego desigual que amenaza con desestabilizar la industria global.


Impacto en el precio medio de los chips

Las acciones de China ya están afectando a los ASPs (precios de venta promedio) en todo el mundo. En un mercado donde los nodos maduros representan una porción significativa de la producción total, la caída de precios tiene un impacto directo en los ingresos de los fabricantes globales. Mientras que las empresas chinas buscan ganar volumen de mercado a través de precios bajos, el resto de las compañías se enfrenta a un dilema: mantener precios y perder clientes o reducirlos y comprometer sus márgenes.

En particular, las reducciones en precios para las obleas de 12 pulgadas están ejerciendo una presión adicional, ya que este tamaño es ampliamente utilizado en aplicaciones de consumo, automoción y telecomunicaciones.


Las reglas desiguales del juego

Para muchos analistas, esta situación no solo expone las debilidades de los modelos económicos globales frente a la estrategia china, sino que también pone de manifiesto la necesidad de un enfoque coordinado para competir en igualdad de condiciones. Países como Estados Unidos han lanzado iniciativas como la Ley CHIPS, que busca fomentar la producción local de semiconductores a través de subsidios y estímulos fiscales. Sin embargo, la diferencia en la velocidad de implementación entre Occidente y China sigue siendo un desafío.


¿Qué pasará en 2025?

El informe de Hana Securities sugiere que esta tendencia de precios bajos podría continuar durante los próximos años, especialmente a medida que las empresas chinas aumenten su capacidad productiva. Esto pone a empresas como TSMC en una posición difícil, ya que deberán encontrar un equilibrio entre mantener su competitividad y proteger sus márgenes de beneficio.

Para la industria global, 2025 podría ser un año decisivo. Si la tendencia persiste, es probable que veamos una consolidación del mercado, con empresas más pequeñas luchando por sobrevivir y los grandes jugadores buscando maneras de adaptarse a esta nueva realidad.


Conclusión: una carrera contra el tiempo

La agresiva estrategia de China en la industria de semiconductores no solo amenaza con cambiar la dinámica competitiva, sino que también plantea preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo de un mercado en el que las reglas del juego son cada vez más desiguales.

Para los consumidores, esta guerra de precios podría traducirse en productos más baratos a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, la dominación del mercado por parte de un único país podría limitar la innovación y la estabilidad de la industria. ¿Será 2025 el año en que el resto del mundo logre equilibrar la balanza o marcará el inicio de una nueva era dominada por China? El tiempo lo dirá.

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