La Guardia Civil ha iniciado una investigación contra cuatro menores de edad como presuntos autores de un delito contra la seguridad vial, tras colocar obstáculos imprevisibles en la carretera N-430, lo que generó un grave riesgo para la circulación.
El incidente ocurrió en la mañana del 28 de abril de 2024, cuando la Central Operativa de Tráfico (COTA) del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Ciudad Real recibió varias llamadas de emergencia informando sobre la presencia de obstáculos y señales de tráfico en la calzada, específicamente entre los puntos kilométricos 319’600 y 322’500, en los términos municipales de Carrión de Calatrava y Torralba de Calatrava.
Inmediatamente, las patrullas fueron alertadas y se desplazaron al lugar, donde encontraron hitos kilométricos y bloques de hormigón esparcidos aleatoriamente sobre la carretera. Los agentes procedieron a señalizar los obstáculos para evitar accidentes y solicitaron la intervención del servicio de mantenimiento para limpiar la vía y restablecer la seguridad.
Posteriormente, la Unidad de Investigación de Seguridad Vial (UNIS) de Ciudad Real logró identificar a cinco jóvenes en las inmediaciones del lugar de los hechos, cuatro de los cuales eran menores de edad. Estos menores han sido investigados durante el mes de agosto como presuntos autores de un delito contra la seguridad vial por crear un grave riesgo al colocar obstáculos inesperados en la vía.
Este tipo de acciones representan un peligro significativo para la seguridad vial, ya que la presencia inesperada de obstáculos puede provocar accidentes graves debido a la imprevisible reacción de los conductores. Según el artículo 385 del Código Penal, estos hechos constituyen un delito contra la seguridad vial, sancionado con penas que pueden variar desde seis meses a dos años de prisión, multas de doce a veinticuatro meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de diez a cuarenta días.
