Efectivos del Destacamento de Fiscal y Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete han llevado a cabo la denuncia de un vecino de Hellín tras interceptar su furgoneta, en la que transportaba 5 kilos de picadura de tabaco y 50 cajetillas, todas ellas sin las necesarias precintas fiscales.
Este individuo ya había sido denunciado anteriormente por violaciones a la Ley 12/1995 de Contrabando e Impuestos Especiales, relacionadas con actividades de importación, exportación, comercio, tenencia y circulación de productos prohibidos o estancados. Según informaron fuentes de la Guardia Civil en un comunicado, la intervención se produjo durante un operativo de Seguridad Ciudadana, diseñado para controlar la circulación de personas y vehículos que puedan estar involucrados en el tráfico de drogas o delitos relacionados con el contrabando.
Durante el dispositivo, los agentes detuvieron un turismo que despertó sospechas, y al identificar a su único ocupante, este mostró una clara actitud nerviosa. Dicha conducta motivó a los agentes a inspeccionar el vehículo, descubriendo en el maletero cinco bolsas que contenían un kilo de picadura de tabaco cada una, así como las 50 cajetillas antes mencionadas, todas sin las etiquetas reglamentarias de la Agencia Tributaria.
La picadura de tabaco, comúnmente conocida como tabaco de liar, consiste en hojas de tabaco cortadas y secas en forma de hilo, cuya venta entre particulares está prohibida, debiendo ser comercializada únicamente a través de puntos de venta autorizados. Ante el valor de la mercancía, que no supera los 15.000 euros, el caso se considera una infracción administrativa, aunque si se sobrepasa este monto podría tipificarse como delito de contrabando, lo que conllevaría penas de prisión de uno a cinco años.
Los productos intervenidos han sido trasladados a las instalaciones del Comisionado del Mercado de Tabacos, bajo el control de la Agencia Tributaria albacetense, donde serán destruidos posteriormente.