El 6 de junio, se celebra el Día Mundial del Paciente Trasplantado, con el objetivo de fomentar la cultura de la donación de órganos y dar la oportunidad a aquellos que esperan una donación para conseguir una mejor calidad de vida.
Según la Organización Nacional de Trasplantes, en 2022 se obtuvieron en España unas cifras récords de 5.383 trasplantes realizados, con un total de 2.196 personas que donaron sus órganos tras fallecer y una tasa de 46,3 donantes por cada millón de habitantes en dicho año.
En esta fecha señalada, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha quiere poner el foco en el importante trabajo que realizan los fisioterapeutas con los pacientes trasplantados, tanto previamente como con posterioridad al trasplante.
El trabajo de los fisioterapeutas es fundamental en el trasplante dentro de un equipo multidisciplinar
En los últimos años, están cobrando cada vez más peso los programas de prehabilitación basados en tres pilares fundamentales (ejercicio físico, terapia nutricional y terapia cognitiva), aunque en muchas guías se ha incluido ya un cuarto pilar, como es el de modificación de los hábitos de vida, para los pacientes que van a ser sometidos a una cirugía, como la del trasplante. Estos programas han supuesto un avance importante en el campo de la anestesia perioperatoria en pacientes que van a ser sometidos a una intervención quirúrgica agresiva, incluso en trasplante de órgano sólido. El abordaje preoperatorio supone una mejoría de la capacidad funcional y cognitiva del paciente, lo que se traduce en una disminución del estrés físico y psíquico secundario a una cirugía, repercutiendo en una disminución de la morbilidad y mortalidad y una menor estancia hospitalaria. El fisioterapeuta cobra un papel fundamental dentro del equipo multidisciplinar de la Prehabilitación o rehabilitación preoperatoria.
El objetivo de estos programas es que el paciente llegue en unas condiciones óptimas a la intervención, para prevenir las posibles complicaciones, así como favorecer una recuperación más temprana tras la cirugía. Mediante la educación para la salud y la enseñanza de los ejercicios en el preoperatorio, se consigue una disminución del miedo a la intervención, así como un aumento de motivación y disposición a la hora de realizar los ejercicios en el postoperatorio.
Todo lo aprendido en esta fase previa al trasplante, ayudará al paciente a una temprana recuperación tras la intervención, pudiendo realizar algunos de los ejercicios aprendidos en esta fase en las primeras horas tras la intervención.
Es fundamental conseguir que los pacientes estén lo más activos posibles antes de la intervención, al menos en las cuatro semanas previas a la cirugía, siempre que las circunstancias lo permitan, para lo que el fisioterapeuta desempeña un papel esencial, diseñando el programa de ejercicio terapéutico, adaptado a las características individuales del paciente tanto para la fase preoperatoria (Prehabilitación) como para la postoperatoria.
Estos programas constan de varias fases: ejercicios de movilidad y flexibilización, ejercicios respiratorios (que deberán aprender para integrarlos tras la intervención, en las primeras horas, siempre que el cirujano lo permita), ejercicios de fortalecimiento de la musculatura periférica, ejercicio aeróbico, ejercicios de relajación y educación para la salud.
Fisioterapia clave en el momento tras el trasplante.
La fisioterapia cobra así mismo un papel crucial tras el trasplante, comenzando a trabajar en un primer momento en las unidades de cuidados intensivos, con fisioterapia respiratoria y motora, ayudando en el manejo de la ventilación mecánica con el objetivo de acelerar el proceso de destete, así como favorecer el drenaje de secreciones para evitar las posibles complicaciones respiratorias.
En una fase posterior, el fisioterapeuta ayudará a la readaptación del paciente y reentrenamiento al esfuerzo con programas completos de rehabilitación cardíaca y respiratoria, para aquellos pacientes cardíacos y respiratorios, así como programas similares para pacientes sometidos a otro tipo de trasplantes como los de riñón. El ejercicio terapéutico es un pilar fundamental, así mismo, en la recuperación del paciente trasplantado de riñón, con múltiples beneficios en los diferentes sistemas del organismo, a nivel físico, psicológico y social. Reduce la morbimortalidad, previene el riesgo cardiovascular, obesidad, hipertensión, dislipemias y diabetes; con una mejoría en la calidad de sueño y autoestima.
Es fundamental la implantación de cambios en los hábitos de vida y ejercicio terapéutico con el objetivo de conseguir unos mejores resultados a largo plazo y una mejor calidad de vida.
La Prehabilitación, protagonista de las VIII Jornadas Castellano-Manchegas de Fisioterapia.
Bajo el título genérico de “Fisioterapia antes de la cirugía, ampliando horizontes”, la capital regional acogerá, el sábado 4 de noviembre de 2023, la celebración de las VIII Jornadas Castellano-Manchegas de Fisioterapia, que en esta edición estarán dedicadas a la Prehabilitación.