La familia Trump anuncia un ambicioso plan de inversión en Albania: Promete impulsar la economía local y fortalecer lazos internacionales

En medio de la serenidad que ofrece la laguna de Narta, en el suroeste de Albania, donde pelícanos y flamencos parecen hallar un refugio idílico, se esconde una amenaza latente. Esta zona, parte del delta del río Vjosë —uno de los últimos ríos de flujo libre en Europa y un paraíso para especies vulnerables— enfrenta hoy una controversia que ha capturado la atención nacional e internacional.

Una propuesta de desarrollo, que involucra a la familia del expresidente estadounidense Donald Trump, específicamente a la figura de Jared Kushner, su yerno y exasesor, ponen en alerta a ambientalistas y locales. La construcción de un complejo hotelero de ultralujo no solo implica un golpe al ecosistema, sino que también está rodeado de tensiones respecto a la expropiación de tierras y la transparencia gubernamental.

Los proyectos específicos señalados concentran sus esfuerzos en dos ubicaciones críticas: la isla de Sazan, antes base militar durante conflictos pasados, y los alrededores de la ciudadela de Zvërnec. A pesar de los beneficios turísticos y económicos que estos desarrollos podrían aportar a una Albania económicamente frágil, muchas voces se levantan para cuestionar a qué costo.

La reacción local es mixta, con ciudadanos como Vera y Vasyl Bibs expresando un rechazo a perder sus tierras, cultivadas por generaciones, en favor de desarrollos que no consideran necesarios ni justos. Por otro lado, figuras como Besnik Vathi, veterano del turismo en Albania, reconocen la necesidad de impulsar la industria turística, aunque critican la orientación exclusiva hacia un turismo de élite.

Ambientalistas como Xhemal Xherri y Olsi Nika, junto con Mirjam Topi de la Universidad de Agronomía de Tirana, subrayan los peligros inminentes que estos proyectos representan para la biodiversidad única de la zona. La construcción de infraestructuras como el controversial aeropuerto de Vjosë, ya en proceso, se señala como un precedente negativo para el área.

Este debate se produce en un contexto en el que la legislación albanesa sobre zonas protegidas ha sido modificada, permitiendo así la construcción de complejos hoteleros de alta categoría. Este cambio legislativo, coincidiendo con el anuncio de los proyectos Kushner-Trump, ha encendido las alarmas sobre la gobernanza y la protección ambiental en el país.

Mientras tanto, la batalla se libra no solo en los tribunales y el parlamento, sino también en la opinión pública. Activistas y ecologistas esperan sensibilizar tanto a locales como a la comunidad internacional sobre lo que está en juego en la laguna de Narta y el delta del río Vjosë: un patrimonio natural invaluable que podría enfrentar cambios irreversibles si prevalecen intereses económicos a corto plazo sobre el bienestar ambiental y social a largo plazo.

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