En Castilla-La Mancha, la formación en la familia profesional de Industrias Agroalimentarias es una opción con alta demanda y una empleabilidad del 71 por ciento. Cerca de 200 alumnos se están formando en esta área, que abarca desde Grados Básicos en Industrias Alimentarias y Panadería hasta Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior en Aceite de Oliva, Vinos, Vitivinicultura y Proceso de Calidad de la Industria Alimentaria.
El director general de Formación Profesional, José Rodrigo Cerrillo, destacó la importancia de esta formación en una región como Castilla-La Mancha, que cuenta con más de 1.000 ciclos formativos y 55.000 plazas disponibles en el ámbito de la Formación Profesional.
En el marco de la clausura del proyecto de Formación Profesional Dual Cooperativa de Castilla-La Mancha, se resaltó la relevancia del sector cooperativo en la región, que cuenta con más de 160.000 socios y genera más de 2.000 millones de euros al año. Las cooperativas son fundamentales para la economía local, fomentando el empleo y la fijación de población en zonas rurales.
José Rodrigo Cerrillo estuvo acompañado por representantes de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, el Gobierno regional, la cooperativa Virgen de las Viñas y Globalcaja, resaltando la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para impulsar la formación y el empleo en el ámbito agroalimentario en la región.
En definitiva, la formación en Industrias Agroalimentarias en Castilla-La Mancha ofrece oportunidades laborales y contribuye al desarrollo económico y social de la región, consolidando a la comunidad como una de las que más oferta formativa en Formación Profesional ofrece a nivel nacional.