Las plataformas y movimientos ciudadanos que conforman la Revuelta de la España Vaciada, en su cuarto aniversario, llaman una vez más a salir a las calles para exigir a las instituciones oportunidades de desarrollo y servicios que aseguren un futuro próspero para esta gran porción del país. De igual forma, denuncian que no quieren ser considerados «territorio de sacrificio», ya que, a pesar de los cuatro años transcurridos desde la histórica manifestación, la situación no ha mejorado significativamente. El declive poblacional, el desmantelamiento de servicios en el medio rural, la desatención de servicios básicos como la sanidad y la abandonada de las tradicionales líneas de ferrocarril son problemas latentes que merecen medidas contundentes por parte de las autoridades.
De cara al futuro, la Revuelta alerta de las amenazas que percibe sobre la España Vaciada, que se centran en transformar esta zona en espacio de sacrificio en aras del desarrollo de otras áreas del país. Entre estas amenazas destaca la construcción de megaproyectos de energía eólica y fotovoltaica que invaden el territorio para beneficio de grandes empresas, expoliando los recursos y afectando negativamente al medio ambiente y a las comunidades locales. A esto se suman la expansión de la llamada nueva minería extractiva, la práctica de macrogranjas que contaminan los acuíferos y la preocupante reactivación de los trasvases de agua.
Para dar voz a estas demandas, la Revuelta ha elegido un lema claro, «No queremos ser territorio de sacrificio», que estará en el centro de las diversas actividades y movilizaciones llevadas a cabo durante la semana en la que se conmemora el cuarto aniversario de la Revuelta de la España Vaciada.