Toledo ha sido el escenario del XXI Encuentro de Jefes de Agrupaciones de Protección Civil de Castilla-La Mancha, celebrado el pasado sábado en la Escuela de Protección Ciudadana. Este evento, que reunió a 26 responsables de agrupaciones de emergencia, destacó la importancia fundamental del voluntariado en el Sistema de Protección Civil de la región.
Inaugurado por Emilio Puig, director general de Protección Ciudadana, el encuentro sirvió para poner en valor el trabajo de las 248 agrupaciones y sus 4.250 integrantes. Puig reconoció que el compromiso de estos voluntarios es crucial, especialmente en situaciones de emergencias extraordinarias, donde su intervención puede marcar la diferencia ante el riesgo y la necesidad.
Durante la jornada, los asistentes abordaron temas relevantes sobre la gestión de los distintos servicios bajo la dirección de Protección Ciudadana. Se prestó especial atención al Servicio de Seguridad Pública, responsable de llevar el registro de agrupaciones y voluntarios, así como de gestionar subvenciones para mejorar los medios materiales y la uniformidad de los mismos. Otro de los puntos tratados fue la planificación formativa para el próximo año, en busca de satisfacer las necesidades educativas de los voluntarios.
En un contexto donde las personas mayores enfrentan desafíos específicos en situaciones de crisis, el encuentro también se centró en el fomento del voluntariado para asistir a este grupo vulnerable. Se discutieron las problemáticas, como la soledad y la falta de movilidad, que limitan su capacidad para realizar tareas diarias. Además, se exploraron las herramientas disponibles tanto a nivel municipal como autonómico para garantizar su bienestar, subrayando la importancia de la colaboración de los voluntarios en este proceso.
Es significativo recordar el papel crucial que desempeñó el voluntariado de Protección Civil durante la pandemia de COVID-19, brindando apoyo a las personas mayores y a aquellas en situaciones de vulnerabilidad.
El encuentro anual no solo ha proporcionado un espacio para compartir inquietudes, sino que también ha servido como plataforma de intercambio de experiencias entre los jefes de las agrupaciones. Estas reuniones son esenciales para mantener un enfoque colaborativo y efectivo en la respuesta a emergencias en Castilla-La Mancha, fortaleciendo así el tejido de apoyo comunitario en situaciones de crisis.
