Con la llegada del invierno, los cortes de agua y calefacción podrían tener repercusiones drásticas sobre la salud de más de un millón de ucranianos en la provincia de Donetsk.
En los últimos días, dos estaciones de tratamiento de agua potable fueron bombardeadas durante nuevos enfrentamientos cerca de la línea de contacto entre la zona independentista y el resto del país, informó este miércoles el coordinador humanitario en Ucrania, Neal Walker.
Además del riesgo de cortar el acceso al agua, se teme que una posible fuga de gas cloro de las estaciones afecte a la población vecina.
El conflicto en el Donbass, que ya está en su cuarto año, tiene graves repercusiones humanitarias en las poblaciones más vulnerables, en particular los niños y personas mayores. Las necesidades son más agudas en invierno, cuando las temperaturas pueden alcanzar los 20 grados Celsius bajo cero.
La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que cuatro millones de personas requieren ayuda humanitaria en la región. A la fecha del 17 de octubre, el llamamiento humanitario para 2017 solo está financiado por 26%.
Desde junio de 2014, el conflicto ha causado la muerte de 2.800 civiles y desplazado a más de 1,6 millones de personas, según cifras del gobierno.
Fuente: http://www.un.org