La enseñanza de técnicas extendidas de encaje de bolillos de la Universidad Popular de Almagro se extiende por toda Europa.

La Universidad Popular de Almagro populariza el encaje de bolillos enseñando técnicas extendidas por toda Europa

En la Universidad Popular de Almagro se llevan a cabo clases que están ayudando a recuperar la técnica del encaje de bolillos en la región. Este arte estaba perdiendo interés, pero gracias a estas clases, los amantes del encaje están llegando de diferentes puntos de la provincia de Ciudad Real para aprender sobre esta técnica.

La profesora de encaje de bolillos, Natividad, nos comenta que esta técnica no solo se practica en Almagro, sino que está extendida por toda Europa. En las clases se han introducido otras variantes de encaje europeo, ruso, de Brujas o de Flandes para que los estudiantes puedan ampliar su conocimiento sobre esta técnica.

Cada tarde, en el Museo de Encaje de Almagro, se congregan más de diez mujeres de diferentes localidades para recibir clases de encaje local y blonda. Esta labor artesanal está arraigada en Almagro y algunos de los municipios del Campo de Calatrava durante cientos de años, llegando a ser la localidad almagreña punto de referencia de la blonda nacional (encaje de bolillos con hilos de seda) en el siglo XIX.

Desde el museo, que ya recoge más de medio millar de piezas, la profesora González opina que se ha perdido el enfoque que se le da al encaje y que antes se hacía con vistas a realizar ajuares. Sin embargo, hoy en día se hacen menos mantelerías y juegos de cama, y se realizan más bolsos, chales, abanicos u otros objetos que se puedan regalar o lucir en cualquier momento.

La blonda es una técnica elaborada con encaje y fondo de tul, y se ha venido enseñando desde 2001 en la Universidad Popular. Según Natividad, es la técnica más difícil y no todo el mundo se atreve a intentarla.

Una de las alumnas, Rosario Cañizares, cuenta que comenzó a practicar encaje de bolillos a los seis años gracias a que su madre siempre tenía almohadillas en casa. Ella sabe realizar encaje local y de Valenzuela, blonda y de Tonder con mucho orgullo, mientras elabora un pañuelo.

Otra de las alumnas, Gloria Álvarez, asiste a clases junto a Cañizares y ha aprendido encaje ruso. Aunque le resulta relajante, admite que aún hace cosas sencillas.

Además de clases de encaje de bolillos, la Universidad Popular de Almagro también ofrece talleres de baile de salón, yoga o pilates.

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