La ‘catedral de la Alcarria’ de la pequeña localidad alcarreña de Alcocer (Guadalajara) cuenta ya, en una de sus capillas, y pronto podrá visitarse, con una réplica del monumento funerario a la que fuera el gran amor de juventud de Alfonso X ‘el Sabio’, doña Mayor Guillén de Guzmán, enterrada hacía 1270 en este municipio de Guadalajara tras concederle el rey el privilegio como señora del Señorío del Infantado, de cuyos restos, así como del propio enterramiento, se perdió la pista en 1936.
El cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado, ha recordado a Europa Press que el monumento funerario a la amante del rey Alfonso X, doña Mayor Guillén de Guzmán, realizado por Juan González, escultor de Burgos, es una de las pocas esculturas funerarias firmadas del siglo XIII, de la que se sabe que está tallada en madera, es policromada y que representa a una dama dormida o muerta, del siglo XIII.
Pero todo esto es aún un enigma; entre otras razones porque hace apenas unos años que se descubrió el contrato manuscrito de la Casa Real con el escultor ebanista para que realizara esta pieza tras la muerte de doña Mayor, con la que el rey tuvo a la que luego seria la futura reina Beatriz de Portugal, pero con la que no se casó porque no tenia sangre real.
Este documento fue adquirido por la Hispanic Society of America (Nueva York) a través de la casa de subastas Christie’s, y a partir de este momento las preguntas y el interés por conocer qué pasó con sus restos y con el propio monumento funerario a doña Mayor Guillén de Guzmán comenzó a crecer y la curiosidad por saber más de él, especialmente en esta provincia.
Coincidiendo con la celebración del octavo centenario de Alfonso X y la pertenencia de Alcocer a la Red de Ciudades y Pueblos Alfonsies, el alcalde de esta localidad alcarreña, Borja Castro, ha querido dar el lugar que ocupó en la historia del municipio a este hecho histórico que vincula al rey ‘sabio’ con la zona y para ello, hace varios meses contrató una empresa para que le hiciera una réplica a tamaño real de esta pieza funeraria, en base a los escasos documentos que hay, teniendo en cuenta el misterio que rodea el enterramiento.
Y gracias a unas antiguas fotografías que en 1919 dejó el investigador de arte español Ricardo de Orueta y que aparecen en una de sus obras publicadas posteriormente junto con una detallada descripción, y al reciente contrato manuscrito que se ha descubierto, hoy existe esa réplica. Son el único testimonio del que queda constancia sobre este monumento tumular gótico castellano, datos que han sido fundamentales para que, tal y como nos explica el alcalde de Alcocer, la empresa Anancus de Ciudad Real, haya podido realizar una reproducción.
EL EQUIPO DE ESCULTORES
Amanda, Julio y Michel es el equipo de escultores de la empresa Anancus encargado de realizar la reproducción de esta pieza escultórica, en base a la documentación facilitada –la descripción del contrato y cinco fotografías de los años veinte–.
Tal y como nos explica el gerente de Enancus, Michel Caballero, en eso se han basado para reproducir la obra, que en vez de en madera de nogal se ha confeccionado en epoxi; donde el tema central es la figura tumbada de doña Mayor con manos cruzadas acompaña de otras ilustraciones.
«Es una pieza excepcional, espectacular, extraordinaria, que ha requerido muchísimas horas de trabajo y mucho cuidado para no caer en la tentación de interpretar lo que no se ve realmente», ha señalado Caballero, satisfecho con el resultado, y quien ha señalado que si no la han policromado es porque no han querido atreverse a traspasar la interpretación, aunque si han intentado muy sutilmente sugerir que tenía policromía.
Ahora, aprovechando la celebración, este 2022, del octavo centenario del nacimiento de Alfonso X ‘el Sabio’, y la pertenencia de Alcocer a la Red de Ciudades y Pueblos Alfonsies, el alcalde de Alcocer quiere que se conozca más y mejor la vinculación de su municipio con este hecho histórico y el enterramiento de fundación del convento de las Clarisas por parte de Doña Mayor y, en unas semanas, se podrá visitar este réplica en una de las capillas de la iglesia de la Asunción –también conocida como catedral de la Alcarria–, gracias al convenio suscrito con el Obispado Sigüenza-Guadalajara.
Según explica Castro en base a los documentos encontrados por distintos historiadores, poco antes de estallar la guerra de 1936, las monjas vendieron el convento y ahí se perdió la pista del monumento funerario, sin que, tal y como ha aseverado también Herrera Casado, se conozca si lo robaron, lo destruyeron o qué paso con él. «Alguien se lo llevó, evidentemente, pero nunca ha salido a la luz donde está este enterramiento», ha dicho.
Por eso, para el cronista, esta reproducción es una «muy buena idea» para conocer «como podía ser» esta pieza.
Además, para los días 30 y 31 de julio, el municipio de Alcocer albergará una programación especial sobre la relación de la localidad con Alfonso X de Castilla, sin duda, con doña Mayor como protagonista indiscutible, con la que el rey tuvo a la que sería la reina Beatriz de Portugal.
«Esta réplica es para nosotros la piedra angular a la hora de interpretar la historia de nuestro municipio», ha afirmado el regidor, para quien al patrimonio medioambiental que tienen se suma también el histórico. «Doña Mayor es la figura histórica más importante de Alcocer de esa época. Es el elemento que nos une a la historia de Alfonso X ‘el Sabio'».
La exposición está ahora en proceso montaje y para ello se ha contado con la ayuda de museóloga del programa Erasmus de la Universidad de Alcalá y con la implicación de la Diputación Provincial y el Centro de Estudios ‘Cardenal Cisneros’, que están trabajando en la reproducción de los diferentes documentos que hay en la provincia vinculados con la figura de Alfonso X y sus concesiones de mercados, ferias o fueros.
Para Castro, parece claro que aunque los republicanos tomaron el pueblo de Alcocer, «seguramente, esa pieza exista», y su explicación radica en que «todo lo que tiene valor no se quema ni desaparece sino que se vende», ha apuntado. A día de hoy es un enigma qué paso con los retos y el sepulcro pero no descara que, quizá, algún día se pueda encontrar el monumento original.
Sin duda, tanto para Castro como para Herrera Casado, esta pieza es un atractivo más para el municipio. El propio historiador y cronista, resalta su importancia, y la sitúa, salvando las distancias de época, a la altura del Doncel de Sigüenza.
Un atractivo más de este municipio ribereños enclavado en un espacio un entorno natural con enormes posibilidades para el turismo, que ,a partir de ahora, también cuenta con otro aliciente más en su oferta turística, la huella que dejó Alfonso X ‘el Sabio’ a través de su amor de juventud.