La Diputación de Guadalajara, en colaboración con el Ayuntamiento de Sigüenza, ha firmado un protocolo que tiene como objetivo dotar de uso público a las Salinas de Imón y convertirlas en un destacado destino turístico en la provincia. La firma del acuerdo, llevada a cabo por el presidente de la Diputación, José Luis Vega, y la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, establece un marco de acción para implementar las medidas necesarias que faciliten este propósito.
Antes de este acuerdo, el Condominio de Propietarios de las Salinas de Imón y de la Olmeda había cedido al Ayuntamiento el uso de estas instalaciones con la intención de fomentar su acceso público y turístico. Las acciones planificadas incluyen la adecuación del almacén de San José y su terreno, así como diversas áreas relacionadas con la explotación salinera histórica, como los Recocederos de Traspalacio y de la Alcabala, y otros espacios visitables relevantes en la zona.
Además, este protocolo refuerza el respaldo de la Diputación a la candidatura de las Salinas de Imón y su entorno, que aspiran a ser declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. Esta candidatura, liderada por el Ayuntamiento de Sigüenza, se centra en el ‘Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza-Atienza’, un área que destaca tanto por su riqueza cultural, originada por los ríos Dulce y Salado, como por su herencia salinera en la Edad Media y su impacto en el desarrollo local.
Las Salinas de Imón, que gozan de la categoría de Bien de Interés Cultural desde 1992, se encuentran en una Zona de Especial Conservación y en una Zona de Especial Protección para las Aves, conocida como Valle y Salinas del Salado. Según la Diputación, este espacio representa un importante patrimonio histórico, ambiental y cultural que puede convertirse en un atractivo turístico de primer orden en la provincia. La colaboración establecida entre las instituciones busca potenciar este recurso y promover el turismo en la región.