En una ceremonia cargada de simbolismo y renovada esperanza, Ciudad Real se prepara para recibir a su nuevo líder espiritual. Miguel Ángel Valverde Menchero, presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real, ha extendido una cálida bienvenida al nuevo obispo, Abilio Martínez Varea, quien asumirá su cargo el próximo 27 de septiembre en la emblemática Catedral de Santa María del Prado. La designación ha sido realizada por el Papa León XIV, en un movimiento que marca un nuevo capítulo para la diócesis local.
Martínez Varea, conocido por su carácter cercano y su dedicación a la vida pastoral en Osma-Soria, traerá consigo una vasta experiencia en la conservación del patrimonio eclesiástico y el fomento de nuevas vocaciones sacerdotales. En declaraciones recientes, el obispo electo mostró su entusiasmo por esta nueva etapa y manifestó su intención de entregar su corazón a los fieles de Ciudad Real, construyendo sobre el legado de su servicio anterior.
Valverde, en su mensaje de bienvenida, destacó la importancia de este nombramiento para una diócesis que acoge a cerca de medio millón de habitantes, y expresó su deseo de que el nuevo obispo disfrute de una etapa fructífera en su servicio espiritual.
El cambio en el liderazgo diocesano se produce tras la renuncia por motivos de edad de monseñor Gerardo Melgar Viciosa, efectuada el pasado 24 de septiembre y aceptada por el Papa Francisco. Durante su episcopado, Melgar dejó una huella profunda, caracterizada por un enfoque dialogante y colaborador, que fortaleció las relaciones institucionales con la Diputación Provincial. Destaca entre sus logros un convenio eficaz para la restauración de iglesias y casas parroquiales, un proyecto que Valverde espera continuar con el nuevo obispo.
Este momento de transición no solo señala una continuidad en el compromiso con la fe y el patrimonio cultural, sino que también abre las puertas a nuevos desafíos y oportunidades para la comunidad de Ciudad Real. Con la llegada de Abilio Martínez Varea, la provincia espera un renovado impulso en su camino espiritual y comunitario.
Fuente: Diputación de Ciudad Real
