La Derrota de Israel en el Frente Digital: Perdiendo el Combate Narrativo en TikTok

En un giro perturbador de la guerra moderna y su percepción, un vídeo viral ha sacudido las redes sociales, mostrando a un hombre en Gaza sonriendo mientras adivina el momento exacto en que un misil impactará cerca de su ubicación. Este breve clip, de apenas 60 segundos y acompañado de «techno del malo», termina con el hombre celebrando su predicción acertada como si de un gol en el mundial de fútbol se tratara.

Esta secuencia de eventos ha llevado a una reflexión profunda sobre cómo los conflictos bélicos, específicamente el enfrentamiento en Gaza, han sido objeto de una estetización y trivialización grotesca. Sahi H., reservista y profesor de la Universidad Hebrea, quien una vez fue el protagonista de dicho vídeo, borró el contenido al darse cuenta de que sus acciones y las de muchos otros han sumado a la deshumanización del conflicto, convirtiéndolo en merchandising de guerra. La revelación llegó al reconocer que la guerra en Gaza no se limita a estrategias o políticas, sino que se extiende a una normalización cultural y social del conflicto, manifestándose en tendencias preocupantes como perfiles de Tinder de jóvenes armados y vídeos motivacionales militares.

La tendencia no se detiene en el ocio digital o las citas en línea; llega incluso a influenciar el contenido musical. «Harbu Darbu», un tema que se ha encumbrado en los listados de popularidad en Israel, refleja esta preocupante tendencia. Con letras que implican venganza y castigo contra aquellos asociados, incluso vagamente, con Hamás, la canción y su popularidad entre los jóvenes israelíes resaltan una glorificación del conflicto que oscurece las graves consecuencias humanitarias del mismo.

Los vídeos de soldados israelíes, muchos de los cuales se burlan cruelmente del sufrimiento palestino, han generado una oleada de críticas internacionales. A pesar de la condena global, dentro de Israel, estos actos son a menudo tolerados o incluso celebrados, vistos a través de la lente de la defensa y el empoderamiento nacional. Esta actitud se extiende a acusaciones de manipulación mediática, con el término «Palywood» utilizado peyorativamente para desestimar cualquier imagen o vídeo que muestre a las IDF en una luz negativa.

A pesar de los intentos por parte de las autoridades israelíes de mantener una imagen de moralidad y justicia, los hechos sobre el terreno y las actitudes de algunos de sus ciudadanos y soldados sugieren un desdén perturbador por la dignidad y la vida de los palestinos. Sahi H. advierte de la insostenibilidad de esta deshumanización, señalando las consecuencias a largo plazo que tales acciones pueden tener no solo en la percepción internacional de Israel, sino también en su propia conciencia nacional.

Este viraje hacia la crueldad, lejos de proteger, expone un grave peligro para los propios ciudadanos israelíes, planteando preguntas difíciles sobre la legitimidad y el costo moral de tales actitudes y prácticas. La banalización del conflicto en Gaza, mantenido por la producción y circulación de este tipo de contenidos, quizás revela una crisis más profunda dentro de la sociedad que los respalda, una que necesita urgentemente de introspección y cambio.

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