La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha emitido un dictamen que obliga a Israel a detener su ofensiva en Rafah, ubicada en el sur de la Franja de Gaza, calificando la actual crisis humanitaria en la región de «desastrosa». Esta decisión surge en respuesta a los argumentos presentados por Sudáfrica, que ha señalado a Israel por ignorar previas directivas del tribunal destinadas a prevenir un genocidio en Gaza, así como por agravar la condición humanitaria mediante el lanzamiento de una nueva ofensiva en Rafah, provocando el desplazamiento de cientos de miles de personas.
El presidente de la CIJ, Nauaf Salam, manifestó que las alegaciones de Israel sobre las medidas adoptadas para asegurar la seguridad de los civiles en la Franja de Gaza, especialmente de los desplazados durante las últimas dos semanas por el inicio de esta operación, no han convencido al tribunal. Este nuevo fallo del tribunal no solo reitera las medidas cautelares emitidas en enero y marzo para evitar un exterminio en Gaza, sino que también ordena a Israel suspender inmediatamente cualquier acción militar en Rafah que pueda conllevar a la destrucción física, total o parcial, de la población palestina.
Además, el tribunal ha exigido a Israel mantener abierto el paso de Rafah, recientemente asumido por el control palestino, para permitir un suministro amplio y sin restricciones de ayuda humanitaria. Se insta a Israel a que implemente «medidas efectivas» para asegurar el acceso sin restricciones a la Franja de Gaza a cualquier comisión de investigación, misión o entidad designada por los órganos competentes de la ONU para investigar acusaciones de genocidio.
Israel tiene un plazo de un mes para presentar un informe detallando todas las acciones realizadas en cumplimiento con este nuevo fallo, el cual será luego evaluado por la CIJ. La decisión del tribunal se tomó con 13 votos a favor y dos en contra, siendo los votos disidentes por la vicepresidenta del tribunal, Julia Sebutinde, y el juez israelí Aharon Barak.
Este mandato de la CIJ representa un llamado urgente a la acción para aliviar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y pone en relieve la necesidad de una solución diplomática y humanitaria en el conflicto palestino-israelí.