a Coral Villa del Alba brilló el pasado domingo 1 de octubre en la Basílica de San Pedro del Vaticano durante la celebración eucarística de las 12:30 horas. Bajo la batuta de Antonio Javier Rodrigo, la Coral Polifónica “Villa del Alba” interpretó magistrales obras, entre las que se destacaron el ‘Aleluya’ y el ‘Ave Verum’ de Mozart, el ‘Santo’ de Haendel, el ‘Panis Angélicus’ de Cesar Frank y el ‘Ave María’ de Giulio Caccini. Estas emotivas piezas, acompañadas majestuosamente por uno de los órganos de la basílica, resonaron en toda la celebración, arrancando aplausos de los fieles al concluir y recibir el agradecimiento y felicitación del canónigo oficiante.
Esta actuación de la coral argamasillera en un lugar tan emblemático como la Basílica de San Pedro es el resultado de un arduo trabajo preparatorio llevado a cabo por su Junta Directiva. Entre los esfuerzos notables se encuentran las gestiones iniciadas hace casi un año por el Párroco de la Iglesia de San Juan Bautista de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), Ángel Moreno, con la Cappella Giulia o Capilla Musical de la Sacrosanta Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano. Estas gestiones culminaron con éxito y permitieron a la Coral Villa del Alba actuar en este lugar tan relevante para la cultura cristiana.
Destacar que los miembros de la coral, junto con sus familiares y amigos que los acompañaron en Roma, fueron guiados por la «Ciudad Eterna» por el sacerdote madrileño Vicente Rico, licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Vicente Rico también concelebró la ceremonia eucarística en la Basílica de San Pedro, y la Coral «Villa del Alba» le expresó su agradecimiento por su amabilidad y disposición para enriquecer a los participantes con su profundo conocimiento sobre la historia de Roma y su arte.
Durante su estancia en Roma, las voces de Villa del Alba resonaron en rincones emblemáticos de la ciudad, como la Plaza de España y el Foro Romano. Sin embargo, “nada se compara con la experiencia vivida en la Basílica de San Pedro del Vaticano”, subraya la presidenta de la coral, Marí Carmen Moya.
La espontaneidad y el carisma de los coralistas de Argamasilla de Alba se manifestaron también en actuaciones sorprendentes en lugares insólitos. Un ejemplo memorable fue cuando amenizaron la espera de los viajeros en el Aeropuerto de Fiumicino de Roma. Además, al regresar a casa, la tripulación del vuelo, impresionada por su actuación en Roma, solicitó a los coralistas de Argamasilla de Alba una pequeña representación. Esta solicitud dio lugar a la interpretación de un fragmento de la zarzuela «La Gran Vía», que resonó a 30.000 pies de altura.
La presidenta, afirma que fue un viaje inolvidable, aunque se sintió la ausencia de los compañeros que, por diversas razones, no pudieron unirse a esta experiencia única. A pesar de ello, permanecieron presentes en los corazones de quienes participaron en este memorable viaje.
