En una vuelta de tuerca a las ya inesperadas sorpresas de ‘First Dates’, el restaurante del amor vivió uno de sus episodios más audaces este miércoles, 20 de noviembre. Bajo el tema de una fiesta de pijamas, los participantes acudieron ataviados con sus prendas nocturnas favoritas, pero nadie causó tanto revuelo como ‘Wat3rmami’, cuyo atrevido atuendo nocturno no dejó a nadie indiferente en el plató.
Arribando al escenario con un camisón que ofrecía generosos escotes y un batín insuficiente para cubrir su busto, ‘Wat3rmami’ no sólo captó la atención por su look, sino también por su espontaneidad y descarado orgullo hacia su físico, a tal grado que el programa tuvo que recurrir a la censura en más de una ocasión. El controvertido atuendo formó parte de una calculada elección para destacar, en sus propias palabras, sin ningún tipo de reserva ni inhibición.
Desde el primer momento, su interacción con el presentador Carlos Sobera dejó entrever que esta cita no sería como las demás. Con declaraciones tan directas como su opinión sobre su atuendo, ‘Wat3rmami’ marcó el tono de un episodio que sería recordado por su inusual franqueza y desparpajo.
A lo largo de la noche, ‘Wat3rmami’ continuó desafiando las normas convencionales del programa y, posiblemente, del decoro general en citas románticas. Su revelación sobre no llevar ropa interior «por accidente» y la actitud despreocupada ante las normas sociales indicaban que su presencia en el show estaba lejos de ser típica.
Sin embargo, estas excentricidades no se tradujeron en química con su cita, Agnes, quien conforme avanzaba la noche, se encontraba cada vez menos cómoda con el comportamiento de su contraparte. La forma de comer de ‘Wat3rmami’, su falta de atención y su conducta desinhibida, especialmente notable en momentos íntimos, llevaron a un obvio distanciamiento entre las dos.
La decisión final estuvo teñida de incomodidad, resultando en una despedida sin posibilidades de amistad o futuras citas. Aunque ‘Wat3rmami’ intentó mantenerse ligera con comentarios jocosos, era evidente que la falta de conexión había sellado el destino de ambos en esta aventura romántica.
Este episodio de ‘First Dates’ no solo puso a prueba los límites de la espontaneidad y la autenticidad en las primeras citas, sino que también desafió al equipo de producción a mantener el contenido adecuado para todos los públicos, demostrando que en el amor y en la televisión, no todo es predecible.