En Toledo, a 15 de marzo, Javier Ruedas, consejero delegado de Air City Madrid Sur, ha confirmado que su empresa está dispuesta a financiar la extensión del servicio de Cercanías desde Navalcarnero hasta el terminal del futuro aeropuerto en Casarrubios del Monte. Según informa Europa Press, el proyecto del nuevo aeródromo, promovido por la empresa privada, espera convertirse en el segundo de Madrid, potenciando la conectividad de la región y agregando valor al ya existente aeropuerto de Ciudad Real.
Ruedas ha salido al paso de las críticas lanzadas por el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, quien recientemente criticó al Gobierno de Castilla-La Mancha por brindar apoyo al proyecto de Casarrubios y no al aeropuerto de Ciudad Real. En una entrevista concedida a la cadena autonómica CMMedia, el consejero delegado ha defendido que el aeropuerto de Casarrubios podría beneficiar también a Ciudad Real, identificando nichos de mercado específicos dentro del sector aeronáutico que podrían ser complementarios.
La financiación del proyecto es completamente privada, y la empresa solo requiere de las autorizaciones y permisos gubernamentales para avanzar. Ruedas ha destacado la importancia de contar con un segundo aeropuerto en el centro del país, no solo por razones comerciales sino también por seguridad, ya que actualmente Barajas es la única terminal internacional en el área, lo que podría generar inconvenientes en caso de tener que cerrar el espacio aéreo.
El empresario ha señalado que la ubicación del aeródromo de Cuatro Vientos, engullido por el casco urbano de Madrid, presenta problemas de seguridad y que debería considerarse su cierre, especialmente con la futura operación inmobiliaria en Campamento.
Las comunicaciones terrestres del futuro aeropuerto son descritas como «inmejorables» por Ruedas, quien cita la R-5, la A-5 y la Autovía de la Sagra. Respecto a los plazos de construcción, el aeropuerto podría no estar operativo para el primer Gran Premio de Fórmula 1 en 2026, pero sí para el Mundial de Fútbol de 2030. La proyección es que tras dos años de tramitación y estudios ambientales y otros dos años de construcción, el aeropuerto pueda estar funcionando entre 2028 y 2029.