La conservación de carreteras debe ser considerada un servicio esencial y equiparable a la sanidad y educación.

ACEX ve necesario poner en valor las carreteras construidas y considerarlas servicio esencial como educación o sanidad

El presidente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), Pablo Sáez, ha defendido este jueves que la conservación de carreteras «debe ser considerada como un servicio esencial, equiparable a la sanidad y la educación», tal y como lo fue durante la pandemia de COVID.

En la inauguración de la jornada ‘La conservación de carreteras, una respuesta al reto demográfico’, en el Palacio de Benacazón, Sáez ha apostado por «poner en valor» las carreteras ya construidas, teniendo en cuenta que el ferrocarril no constituye una solución y que no es viable construir nuevas carreteras.

Por ello, a su juicio, las administraciones deben ocuparse «de que las carreteras que hoy existen tengan las condiciones de comodidad y de seguridad adecuadas», considerando que con ello «están realizando un auténtico trabajo social y público».

Además, teniendo en cuenta que el 95-96 por ciento del tráfico de mercancías se mueve por carretera, «no nos podemos olvidar» de ellas «si queremos ser un país competitivo», convencido de que la «competitividad de nuestro país depende básicamente de las carreteras y de su movilidad».

En cuanto a las zonas con menor densidad de población, Pablo Sáez ha destacado que la comunicación y los servicios públicos deben tener la misma calidad que las capitales de provincia, siendo ahí donde «las carreteras se demuestran como la vía idónea para asegurar no solo la movilidad, que es un derecho fundamental que hemos tenido muy patente, sino ese otro conjunto de servicios públicos como sanidad y educación que en zonas rurales dependen de la posibilidad de utilización de las carreteras».

El presidente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras ha admitido que el estado de conservación de las carreteras varía de una región a otra, pero ha reconocido que las administraciones autonómicas «tienen una vocación por la conservación digna de alabanza».

«Tienen unos recursos escasos y tienen una concienciación de servicio público de los usuarios enorme y estoy seguro de que la preocupación de los responsables se centra fundamentalmente en ese tipo de carreteras» secundarias, ha señalado.

Aún así, ha manifestado que, al final, «todo va unido a la disponibilidad y a los recursos que uno tiene» y la red de carreteras es muy amplia en este país y «llegar a todos los lugares implica un periodo y un tiempo en tránsito muy significativo».

DAÑOS DE LA DANA

En este contexto, y sobre los daños causados por la DANA en las carreteras, ha indicado que, en este momento, lo que está planteando es la sostenibilidad de las soluciones porque «técnicamente las carreteras están bien construidas pero a la carretera le llega el agua procedente de lugares que quizás hay que acondicionar adecuadamente».

«La única solución es pensar que esto es lo que va a venir y cuando se procede al adimensionamiento de los puentes de las obras de paso, pensar que esto es algo que va a continuar en el tiempo puntualmente e incrementar un coeficiente de seguridad».

Según ha indicado, el problema que plantea aquí el agua no tiene que ver con los materiales que componen la carreteras sino que es un problema de capacidad y «lo único que se puede realizar es incrementar la superficie de paso de las infraestructuras, pero el agua tiene mucha fuerza y son materiales pétreos».

Durante la inauguración, el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla-La Mancha, Francisco Javier González, ha admitido que el país tiene un patrimonio «muy extenso de carreteras» que hay que mejorar y cuidar, y que aunque el pasado de estas infraestructuras «ha sido una historia de éxito», hay que mirar hacia un futuro «que se presenta apasionante» y en el que habrá que ir «avanzando poco a poco».

MOVILIDAD SOSTENIBLE

De su lado, la subdirectora adjunta de Circulación de la Dirección General de Tráfico, Ana Blanco, ha apostado por «articular estrategias de movilidad» para afrontar retos concretos y, especialmente en las zonas rurales, que tiendan a la seguridad, habida cuenta de que los datos indican que las carreteras convencionales tienen en torno al 80 por ciento de mortalidad frente al 20 por ciento de las autovías.

Para ello, habrá que garantizar una movilidad sostenible con servicios administrativos accesibles y con una digitalización que afecte a la movilidad de esos entornos pero también continuando con la combinación de vigilancia y actuación desde los centros de gestión de tráfico para conseguir la reducción de siniestralidad en estas vías.

En el acto inaugural, el comisionado del Reto Demográfico de la Vicepresidencia primera de Castilla-La Mancha, Jesús Alique, ha hablado de la situación de la región, al crecimiento que ha experimentado, especialmente a través de los corredores del Henares y La Sagra, y a la extensión territorial de la misma así como a su perfil rural, con más de la mitad de los municipios con menos de 500 habitantes por kilómetro cuadrado.

En este contexto, ha asegurado que «el buen estado de conservación de carreteras y su viabilidad en todo momento» es algo «fundamental para poder garantizar accesos a otros servicios públicos como la educación, la sanidad y el transporte sensible a la demanda o favorecer el turismo» en esas zonas, por lo que «esa apuesta por modernizar y conservación de las carreteras de Castilla-La Mancha es clara».

INVERSIÓN EN MANTENIMIENTO

De hecho, como ha comentado, de los 1.615 kilómetros en los que ha actuado el Ejecutivo regional a través del III Plan de Carreteras, 1.162 están en zonas afectadas por la despoblación de la región. Datos que, si se miden en esfuerzo inversor, evidencian que 7 de cada 10 euros que se invierten en conservación y mantenimiento de carreteras se hacen en estas zonas afectadas por la despoblación.

Ha mencionado igualmente Alique la Ley de medidas económicas, sociales y tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha, uno de cuyos objetivos es «garantizar la accesibilidad por carretera a las zonas afectadas por la despoblación» y la viabilidad de estas infraestructuras «en todo momento».

Jesús Alique ha añadido, además, que el conjunto de medidas puestas en marcha en dos años de aplicación de la Ley han empezado a dar «resultados demográficos», ya que, en se periodo, según el INE, la región ha experimentado un saldo migratorio positivo de 8.612 personas y el 67% de ese saldo positivo se da en las provincias de Guadalajara y Cuenca, que son «las más afectadas por la despoblación».

Por su parte, en declaraciones a los medios, el director general de Carreteras, David Merino, ha incidido en la inversión de la Consejería de Fomento priorizado las la realizada dentro de ese III Plan de Carreteras, porque «hay que mantener ese gran patrimonio vial que tenemos, no solo en Castilla-La Mancha, sino en todo el país».

«Estaremos entre las tres mejores redes de carreteras de Europa y del mundo y ese patrimonio hay que mantenerlo», ha señalado, apuntando que en la región hay algo más de 19.700 kilómetros de carretera, de los que 3.700 pertenecen a la red del Estado, 8.700 a la red autonómica y 7.200 a la redes provinciales que son competencia de las diputaciones. Todo ello lleva aparejado un dispositivo cuyo mantenimiento «es complejo, caro» y hace que haya que incrementar los recursos económicos para hacer frente a esa explotación y para seguir poniendo en valor el trabajo de conservación para mantener la vialidad.

– patrocinadores –

Síguenos en redes

Noticias destacadas

– patrocinadores –

Scroll al inicio