El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ha registrado una caída del 3,3% en Castilla-La Mancha durante el cuarto trimestre de este año. Esta disminución se enmarca en un contexto nacional donde el descenso ha sido del 1,2%, rompiendo una racha de tres trimestres consecutivos de incrementos.
El deterioro en la confianza empresarial para el periodo de octubre a diciembre se atribuye tanto al empeoramiento del indicador de expectativas como a la valoración de la situación actual de los negocios. En particular, el balance de expectativas –que refleja la diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y pesimistas– se ha situado en 6,8 puntos, en comparación con los 8,9 puntos del trimestre previo.
Este cambio se debe a que solo el 21,6% de los establecimientos empresariales consideran que la marcha de su negocio será favorable entre octubre y diciembre, una cifra que representa casi tres puntos menos que en el trimestre anterior. Sin embargo, aquellas empresas que anticipan una evolución desfavorable han visto su proporción disminuir del 15,2% al 14,8%. Al mismo tiempo, ha aumentado el porcentaje de empresarios que esperan un desempeño «normal» de su actividad, pasando del 60,7% al 63,6%.
Respecto al balance de situación, que mide la diferencia entre las respuestas favorables y desfavorables sobre el trimestre anterior, también ha sufrido un descenso significativo, bajando de 9,6 puntos en el tercer trimestre a 6,5 puntos en el último del año.
Los resultados evidencian un panorama de cautela entre los empresarios de la región y destacan la necesidad de políticas que fomenten un clima de confianza en el sector. Se prevé que se realice una ampliación sobre este análisis en fechas posteriores.