En la última Conferencia de Presidentes, celebrada hace más de dos años en la isla de La Palma, el Gobierno central y las comunidades autónomas acordaron un compromiso clave para mejorar la coordinación entre administraciones en el contexto del Sistema Nacional de Protección Civil. Este acuerdo se volvió especialmente relevante tras la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha afectado a gran parte del territorio español, con un impacto significativo en la Comunidad Valenciana, donde se ha reportado un balance provisional de más de 210 fallecidos.
La erupción del volcán en La Palma había impulsado la inclusión de un punto en la agenda de dicha Conferencia, centrado en la respuesta ante fenómenos naturales, lo que evidencia la necesidad de estructurar y coordinar esfuerzos ante desastres naturales. Este encuentro dio lugar a la adopción del Plan Nacional de Reducción del Riesgo de Desastres ‘Horizonte 2035’, el cual fue posteriormente ratificado por el Pleno del Consejo Nacional de Protección Civil y el Consejo de Ministros.
Durante la presentación del plan, la entonces ministra portavoz Isabel Rodríguez destacó la importancia de la cogobernanza en el ámbito de la Protección Civil. «Que todos los niveles de gobierno estén bien engrasados y coordinados para abordar esa respuesta que debemos dar ante las distintas adversidades», afirmó Rodríguez, enfatizando la necesidad de colaboración efectiva entre diferentes administraciones.
El Plan Nacional se estructura en torno a tres ejes fundamentales: el cambio climático, la seguridad integral de las personas y el reconocimiento del Sistema Nacional de Protección Civil como un componente esencial del Estado, además de ser un instrumento de cohesión social. Entre sus principales objetivos se encuentra el fortalecimiento de los organismos del Sistema Nacional de Protección Civil, la ordenación de recursos para garantizar su interoperabilidad y la promoción de la capacidad de respuesta ante emergencias por parte de cada administración en función de sus competencias.
Adicionalmente, se busca profundizar en la cultura preventiva, integrar la ciencia y la innovación en las estrategias de prevención y acción de Protección Civil, involucrar a actores del sector privado y reforzar los vínculos con los sistemas sociales y de ayuda humanitaria. Este enfoque integral pretende dotar a España de herramientas eficaces para enfrentar situaciones de crisis y desastres naturales, contribuyendo así a la seguridad y bienestar de la población.