Un hombre ha sido condenado a tres años de prisión por asesinar a otro con unas pinzas metálicas destinadas a cargar la batería del coche. La discusión surgió después de que la víctima saliera en defensa de una amiga a la que habían reprendido por orinar cerca de una atracción de la feria de Herencia, en Ciudad Real. La Sala de lo Penal confirmó la condena por un delito de homicidio por imprudencia y desestimó el recurso de casación del condenado. Además, ratificó la pena de multa para otro implicado que agredió a la víctima anteriormente.
Los hechos, según se desprenden del fallo de instancia, ocurrieron en febrero de 2018 en el recinto ferial de Herencia. Una mujer procedió a orinar en la vía pública y otra persona vino a recriminarle su conducta, originándose una discusión. La víctima del homicidio y un amigo acudieron al lugar con la intención de recoger su coche. Una vez a bordo, la víctima fue interceptada por el condenado quien la golpeó en el rostro hasta en tres ocasiones. El suceso no pasó desapercibido para varios feriantes, y uno de ellos, el asesino, procedió a golpear con las pinzas metálicas en la sien izquierda de la víctima, causándole un traumatismo que provocó una hemorragia masiva en ambos hemisferios cerebrales. A pesar de que fue trasladado al Centro de Salud de Herencia, falleció a las pocas horas.
El Tribunal Supremo rechaza la posible muerte natural y confirma que fue la acción violenta del condenado lo que causó el fallecimiento. También desestima el recurso de casación del condenado por un delito de maltrato, que sostenía que se había vulnerado su derecho a la presunción de inocencia por falta de pruebas de las lesiones en la víctima. Los magistrados argumentan que la falta de heridas visibles en el rostro de la víctima no significa que haya habido un delito leve de maltrato.