La Comisión Regional de Urbanismo ha aprobado este miércoles la ordenanza de pisos turísticos en Toledo, según han confirmado fuentes del Gobierno regional a Europa Press. Este nuevo marco regulador busca abordar los retos que plantea el uso de viviendas como alojamientos turísticos en la ciudad.
El portavoz municipal, Juan José Alcalde, destacó en una rueda de prensa que la ordenanza actúa como «una herramienta jurídica» que promete organizar y regular esta problemática. «Lo más novedoso es que tenemos una ordenanza que regula todo este problema. Antes había un descontrol total y absoluto», afirmó Alcalde, subrayando la importancia de esta regulación en un contexto donde había una falta de control evidente.
En noviembre del año pasado, la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento había ya aprobado una modificación puntual del Plan General Municipal de Ordenación Urbana (PGMOU), lo que permitió establecer una regulación específica sobre las viviendas de uso turístico y los apartamentos turísticos en Toledo.
Una de las principales modificaciones introducidas por la nueva ordenanza es la reducción del cupo de saturación máxima en el Casco Histórico, que pasa del 20% al 12% del total de viviendas. Este límite también se aplicará al resto de la ciudad, con el objetivo de preservar el carácter residencial de Toledo, evitar problemas de convivencia y frenar la gentrificación en las zonas más afectadas.
Con respecto a la ubicación de las viviendas turísticas, en el Casco Histórico solo se permitirán en plantas bajas y primeras. Fuera de este barrio, se aplicarán condiciones urbanísticas específicas dependiendo de cada zona. Además, en Los Cigarrales se permitirá únicamente el uso de viviendas turísticas, excluyendo los apartamentos turísticos. Con estas medidas, el Ayuntamiento busca equilibrar el turismo con la calidad de vida de sus residentes.
