La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha advertido sobre la grave sequía que afecta al 100% de los cultivos y zonas en Castilla-La Mancha, situación que podría agravarse si no hay precipitaciones, a pesar de las lluvias «insuficientes» registradas en marzo. Según un informe de COAG, la sequía ya ha afectado al 60% del campo español, lo que se traduce en pérdidas «irreversibles» en más de 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano.
En lo que respecta a las precipitaciones, COAG detalló que en este año hidrológico han caído un 18,8% en comparación con el valor medio normal entre 1991 y 2020. Además, la previsión es que al cierre del año hidrológico 2021-2022, la cuantía sea un 25,6% inferior al valor normal, lo que es «alarmante».
En Andalucía, donde el mes de enero fue muy seco, las precipitaciones se han reducido un 91% respecto a la media de referencia, con una precipitación media regional de poco más de seis litros por metro cuadrado. Esto ha generado limitaciones en la producción de girasol y leguminosas, mientras que el cereal en las zonas más frescas ha sufrido una reducción del 30%.
Cataluña presenta una situación «muy preocupante» de sequía, con embalses al 26% de su capacidad total. Aunque la cosecha de cereal en tierras de regadío es posible, la del maíz dependerá de las precipitaciones. En cuanto a la Comunidad de Madrid, la situación de sequía empeora considerablemente, lo que aumenta la preocupación por la pérdida de los cereales de invierno.
En Extremadura, los cultivos de cereal están sufriendo pérdidas superiores al 90% en gran parte de la comunidad, al igual que en Murcia, donde se han perdido totalmente los cereales. En la Comunidad Valenciana, la sequía ha aumentado el costo del agua de riego, mientras que la salinidad de los acuíferos limita su uso.
En Navarra, donde no se esperan precipitaciones en las próximas tres semanas, la situación también es preocupante debido a que los embalses tienen solo el 60% de su capacidad, en comparación con el 85% que deberían tener en esta época. En La Rioja, la Cuenca del Idarrúa pide un riego urgente para evitar mayores pérdidas, mientras que los viñedos sufrirán las consecuencias de la sequía por segundo año consecutivo en caso de no haber precipitaciones.
